El Año Nuevo Chino, una de las celebraciones más relevantes del continente asiático, se produjo este martes en medio de un festín cargado de tradiciones, donde lo más destacado ha sido el auge de temporadistas a las ciudades más importantes de la región y el despliegue de luz y colores en las calles, algo que hace poco no pudo llevarse a cabo.

Con celebraciones en las ciudades más importantes de ese continente, se le dio la bienvenida al “año del cerdo” según el horóscopo chino. La entrada de uno de los doce signos del zodíaco de forma cíclica según el calendario lunar y algunas prácticas del taoísmo es lo que marca el festejo. En diversos países del mundo occidental también hay festejos significativos.

El calendario chino asigna un animal a cada año, siempre en el mismo orden. Rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo son los protagonistas.

Según las previsiones gubernamentales, China estimada que unos 413 millones de personas de desplacen a través de trenes durante el periodo de tres semanas que rodea a la celebración, lo que puede vislumbrar la magnitud de esta fiesta.

Algo significativo de esta fiesta es que todo se toma como si fuese un nuevo comienzo. La gente aprovecha para limpiar la casa a fondo, deshaciéndose de armarios, sábanas. Un corte de cabello nunca falta, pues se tiene el propósito de entrar purificados en el nuevo año.

Finalmente se supo que los chinos hicieron desborde de pirotecnia, pues lanzaron miles de millones de fuegos artificiales para esta celebración. Una explosión en una tienda ilegal de pirotecnia causó cinco muertos en la madrugada del martes.