info@starazona.com

Escríbenos un correo.

+34 963 963 500

Llámanos

LA RIOJA 2019. Los feriantes plantean llevar las ‘barracas’ al Palacio de los Deportes

LA RIOJA

Los feriantes plantean llevar las ‘barracas’ al Palacio de los Deportes

Un total de 87 barracas -incluyendo tómbolas, churrerías, bocaterías, etc.- estarán a disposición para los más pequeños en el recinto ferial de Las Norias para celebrar las fiestas de San Bernabé.
 
 
 
 
Este año, como novedad, encontramos una nueva atracción: «El volador», unas sillas que se elevan hasta 35 metros de altura, según ha explicado Pedro Arnedo, secretario de la Asociación de Feriantes de La Rioja desde su fundación desde 1988. «También hemos traído la noria, que viene cada cuatro o cinco años y es todo un clásico», añade.
La feria tiene una gran trayectoria y popularidad en las fiestas de Logroño. Si bien no goza de sus años dorados, es verdad que forma parte de la esencia de San Bernabé y San Mateo, siendo el pasatiempo predilecto de los más pequeños de la casa. «Aunque el recinto ferial es precioso, creo que el sitio no ha terminado de cuajar, estamos al otro lado del puente, a la gente le cuesta mucho venir», explica Arnedo, apuntando que «el Ayuntamiento nos vendió que aquí iba a estar todo: la feria, la Casa de Andalucía, la Caseta de Peñas, muchos aparcamientos… pero estamos aquí solos y, cada vez, con más inconvenientes».

Y es que, el recinto ferial, no ha estado siempre en Las Norias, sino que ha ido variando su ubicación con el paso de los años: Sagasta, La Gran Vía, las dos campas de República Argentina y la Avenida de Club deportivo han sido algunos de los sitios por donde ha pasado la feria hasta llegar al emplazamiento actual, donde lleva catorce años.
Según Arnedo, su asociación está intentando presentar al Ayuntamiento un proyecto para trasladar la feria al aparcamiento del Palacio de Deportes, con el fin de que el público no tenga que trasladarse a una zona tan alejada.

Los clásicos no fallan
Es imposible describir la feria de San Bernabé y San Mateo sin hablar de la churrería ‘El Artesano’, que lleva recibiendo al público, situándose la primera de las barracas desde hace más de 20 años. Con sus altavoces reproduciendo sin pausa canciones como ‘Aserejé’, ‘Camisa Negra’ o ‘Torero’ inundan todo el recinto ferial y hacen cantar a todos los transeúntes que pasan por delante.

«Llega un momento en que ya no escuchas la música», ríe Tatiana Vázquez, empleada de la churrería desde hace siete años. «Además la gente se acuerda de las canciones, no hemos pensado en cambiarlas, es como si fuera la marca», apunta.

El Artesano es, sin duda,  una de las barracas más exitosas, vendiendo sin parar sus productos, siempre recién hechos y calientes, desde las cuatro de la tarde hasta que echan el cierre por la noche, recibiendo siempre muchos halagos. Además de endulzar Logroño, viaja por toda España: Barcelona, Lleida, Pamplona, Vitoria, Bilbao, Irún, Santander y Zaragoza. «Siempre deseamos venir a Logroño, nos encanta su gente y su paz», dice agradecida Tatiana.

El cartel de San Bernabé  ya tiene color. Se ha presentado en el Ayuntamiento de Logroño. La imagen que representará las próximas fiestas de San Bernabé de la capital riojana muestra una bota de vino como marco de varias estampas puramente logroñesas, como el puente de Hierro, la concatedral de La Redonda o la estatua del Espartero, amén del pan y el pez tan característicos de las fiestas bernabeas. Su título: ‘Logroño bebe la fiesta’ y su autora, la joven estudiante de la ESDIR, Ainhoa Urigoitia.
La diseñadora, una vizcaina de 21 años que es la primera vez que realiza un trabajo para un cartel de fiestas, ha explicado los detalles del trabajo, que muestra «la ciudad de Logroño dentro de una bota, elemento típico de La Rioja que hace alusión al vino en un contexto festivo». En cuanto al estilo del cartel, «se crea una sensación de profundidad mediante capas de papel, destacando un elemento importante de Logroño y las fiestas de San Bernabé en cada capa. Además, se ha querido destacar el uso de las luminarias o velas que iluminan la ciudad de noche, incluyéndolas en cada capa como un pequeño guiño o detalle»