Veinte años de prisión es la condena que la Audiencia Provincial ha acabado imponiendo a Ismael Blanco López, el joven que en la madrugada del 19 de marzo de 2017 asesinó por estrangulamiento a una feriante jubilada de San Pedro del Pinatar, Isabel Ruiz, y cuya casa saqueó posteriormente para apoderarse de joyas y dinero con los que poder continuar tomando copas y cocaína por distintas zonas de ocio de la Región. Los dos colegas que le acompañaban en el momento de los hechos, Juan Manuel B.G. y Luis S.G. han sido condenados a sendas penas de cuatro años de prisión por el robo, ya que el jurado popular estableció días atrás que ambos habían participado en los planes para asaltar el domicilio de la anciana.
En los tres casos se ha estimado que concurre la circunstancia agravante de abuso de superioridad, debido al delicado estado de salud y los impedimentos físicos que sufría la víctima, pero a la vez se aplica a los tres condenados la circunstancia atenuante de intoxicación leve por el consumo de sustancias estupefacientes. En el caso de Ismael Blanco, el magistrado presidente también ha tenido en cuenta la reparación parcial del daño, ya que antes del juicio ingresó una cierta cantidad de dinero para abonar las indemnizaciones que pudieran corresponder a los familiares de la mujer.
En los hechos probados de la sentencia se establece que el crimen se produjo en torno a las dos de la madrugada del día mencionado, cuando los tres condenados se situaron frente a la vivienda de Isabel Ruiz con la voluntad de asaltarla. Fue Ismael Blanco quien reventó la cerradura de la puerta de una patada y quien, al verse descubierto por la anciana, la estranguló a lazo hasta provocarle la muerte.
Seguidamente se apoderó de un puñado de joyas que encontró en la casa y junto a sus amigos se desplazó hasta el barrio de La Charca de San Pedro del Pinatar, donde las cambió por dinero y cocaína.
La gravedad de los hechos en los que se habían visto envueltos no impidió que posteriormente retornaran al domicilio de Isabel Ruiz y que Ismael volviera a registrarlo para apoderarse de más joyas y de dinero, con el que siguieron de marcha.
La sentencia, además de los veinte años de prisión que se le han impuesto, obliga al autor material del crimen a indemnizar a cada uno de los dos hijos de la víctima con 70.0000 euros.