Feriante: un oficio duro y casi en riesgo de desaparecer
Junto Trabajan seis meses al año y el verano es su época fuerte pero, aunque ha pasado de padres a hijos, las nuevas generaciones se plantean si continuar o no con la tradición
Llevan la ilusión y la diversión allá por donde van. Despiertan sonrisas en pequeños y mayores, pero su vida no es sencilla. El verano lo pasan prácticamente en la carretera, horas de conducción para llegar a una feria. Desmontar el puesto o atracción, días desenfrenados de trabajo y de nuevo vuelta a desmontar, subir todo a los camiones e iniciar un nuevo trayecto hasta otro pueblo o ciudad. Es la forma de vida de los feriantes, una profesión que se hereda de padres a hijos, aunque muchos prefieren optar por otra profesión. “Llevo toda la vida en esto. Ya con 5 años venía a Ceuta con mis padres y ya tengo 55. Ellos empezaron con esta vida y arrastraron de toda la familia y ahora seguimos con esta tradición”, explica uno de los propietarios de los puestos, Francisco García.
Si sus hijos continuarán o no la tradición es algo que este feriante que lleva toda su vida dedicado al negocio familiar desconoce. Algunos como los de Paqui lo tienen claro. “Los míos están muy metidos en este y creo que continuarán”. No lo tiene tan claro Francisco. “No sé si los hijos seguirán con esta tradición o no porque esta vida es muy dura y no sabemos lo que decidirán”.
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Aceite de oliva de gran calidad, también presente en los puestos de los turroneros
Garrapiñadas, turrones, manzanas caramelizadas o algodones dulces son los más típicos de estos días, pero frente a ellos van abriéndose paso otros artículos que no pueden faltar en un plato que se precie. Es el aceite de la localidad cordobesa de Lucena que Nicolás Chacón trae para los paladares más exigentes. “Es de una cooperativa de mi pueblo y lo he traído un poco a demanda de los ciudadanos”.
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Kira acompaña a sus dueños cada año
Es una vida dura pero ella les acompaña todos los años por las diferentes ferias. Es Kira, una joven perrita que aguarda pacientemente a los pies de sus dueños mientras ellos elaboran paquetes de todo tipo de dulces. Eso sí, siempre alerta por si puede degustar alguno de estos ‘manjares’.
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‘Dragón Elliot’ se estrena en el recinto ferial para hacer disfrutar a niños y mayores
Antonio García lleva 15 años en este oficio y esta feria trae a Ceuta una nueva atracción: el Dragón Elliot, un espectáculo apto para el disfrute de toda la familia. “Es una pequeña montaña rusa que va por la vía y tiene juegos de efectos refrescantes. Es muy divertida”.
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El cojín basado en el juego del móvil Clash Royal viene pisando fuerte esta Feria
Todos los años los feriantes sorprenden a los ciudadanos con una novedad, bien sea en forma de peluches, muñecos o juegos. Este año es el turno de un cómodo cojín con representaciones de imágenes del juego de móvil Clash Royal que enloquecerá a sus seguidores.
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A la pesca del patito amarillo
Es uno de los clásicos de toda Feria que se precie, porque ¿quién no ha intentado pescar un patito mientras nadan junto a otros de estos simpáticos animales en una gran piscina? La pesca del patito vuelve un año más a Ceuta como vienen haciendo desde hace más de 30 años Rafael Estevez y su hermana. “Estamos deseando venir a Ceuta porque es uno de los recintos más bonitos en los que hemos estado”.
Sumar y sumar puntos de estos patitos para llevarse uno de los variados regalos que ofrecen Rafael y su hermana.
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Un aperitivo que no pasa de moda
Las empleadas de ‘Patatas Vanesa’ dicen que son las “mejores” de la Feria y es que el secreto de este clásico de agosto no puede ser otro que “hacer las cosas con mucho cariño, tener todo muy limpio e ingredientes de primera”, comenta Eugenia García.