Sevilla. Silencio en la Feria más respetuosa.
En estas fechas la capital hispalense se viste de gala, con lunares y volantes, millones de personas se distribuyen entre las calles de Sevilla y el recinto ferial. Este año, la feria ha llegado en mayo pero como siempre viene cargada de arte, música, diversión, rebujitos, pescaíto frito y, este año, también de integración.
Durante la tarde del lunes las personas con autismo han podido deambular por la calle del Infierno sin que esto supusiese un tormento, gracias a que los feriantes y empresarios acordaron bajar el volumen de la música y las atracciones entre las tres y las siete de la tarde. Una iniciativa pionera en nuestro país que partía de la Asociación Asperger Sevilla.