Adiós a María Nélida Castro Granja, empresaria lalinense, premio “Maruja Gutiérrez” en el apartado de toda una vida.

Nélida Castro, con sus hijos, en la cafetería del hotel Palacio por su 90 cumpleaños.

El año pasado, arropada por su inseparable familia, Nélida celebraba por todo lo alto su 90 cumpleaños. La matriarca del clan ocupaba una de sus mesas favoritas de la cafetería del hotel Palacio para soplar una vela gigante, tan grande como el amor que le profesaban los suyos. Ayer, con los 91 cumplidos en enero pasado, Lalín perdía a una de sus vecinas más conocidas. María Nélida Castro Granja ejemplificó durante su larga etapa vital a la mujer recia, abnegada y propia de una generación en la que el trabajo y la protección de los suyos era el pensamiento con el que se acostaba y con el que se iba a la cama. Natural de la parroquia de Noceda, se había casado con Luis Pájaro García, fallecido hace ahora casi tres décadas.

Matrimonio con doce hijos

El matrimonio tuvo una docena de hijos, de los que viven diez, más de una quincena de nietos y algún biznieto. Hasta hace poco era habitual verla cruzar la calle Matemático Rodríguez para tomar un café en el bar del hotel Palacio, establecimiento que gestionan parte de sus hijos, mientras que otros están al frente del bar Lalín o la carnicería, también emplazada en esta misma céntrica rúa, bautizada con el topónimo de la capital dezana. En la celebración de sus 90 años no faltó ninguno de sus descendientes y Julia, Lete, Andrés, Bernardo, Sito, Celso, Carmen, Julio,. María José y Teresa posaron orgullosos para FARO DE VIGO aquel 20 de enero del año pasado. Aunque la hostelería es para algunos la actividad más conocida de esta familia, la matriarca de los Pájaro Castro también fundó la empresa Embutidos Nélida Castro.

Recorrido por las ferias.

En 2018, en una entrevista en la páginas del decano, recordaba como había comenzado a recorrer las ferias del interior de gallego acompañando a sus padres. Su ronda por las principales citas feriales para situarse, junto con hijos y nietos, al frente de su puesto de venta de carne la mantuvo hasta hace poco. Nélida fue reconocida en 2010 con el premio “Maruja Gutiérrez” en el apartado de toda una vida. Como ella decía, fue la vida que conoció desde pequeña y trató de inculcar a sus descendientes.

Además de las carnes del cerdo en el templo universal del cocido, los chorizos de la carnicería regentada por sus hijos en la calle Matemático Rodríguez también gozan de mucha fama. Este despacho es todavía hoy parada obligada, sobre todo en invierno, para los turistas y visitantes que recalan en la comarca y quieren llevarse a sus casas un pedacito de la gastronomía local.

Nélida no perdonaba a diario al menos un par de cafés solos; uno por la mañana, y otro por la noche. “Soy de buen comer, y es verdad que no me privo de nada, porque no me hace daño ninguno. Lo peor son los años, pero esto es ley de vida. Mis hijos son los que me dicen que no coma tanto, pero yo me siento bien y eso es lo más importante”, manifestaba con el horizonte de los 90 años a la vuelta de la esquina. 

Deseaba estar al día de lo que sucedía.

Otra de las imágenes cotidianas de la fallecida era verla sentada repasando el periódico del día en una de las mesas de la zona de la cafetería del restaurante y hotel Palacio. En 1987 los Pájaro Castro se hicieron con las riendas de la cafetería del emblemático y céntrico hotel lalinense, y un año más tarde decidieron comprar el edificio que todavía alberga el hotel. El complejo hotelero –en cuyos bajos funcionó la icónica discoteca Krakatoa– había sido impulsado en torno a 1974 por Jesús Vence.

Funeral ayer jueves 27 de Octubre.

Numerosos vecinos y amigos arroparon durante el día de ayer a la familia de Nélida en la capilla ardiente instalada en el tanatorio Jesús Taboada e Hijos. La misa de funeral tuvo lugar ayer jueves a las 16.45 horas en la iglesia parroquial de Nosa Señora das Dores y a continuación su inhumación en el cementerio municipal de A Romea.

D.E.P.

Enlace para acceder a la noticia original. Feriante, emprendedora y matriarca de una saga de hosteleros – Faro de Vigo