Feria del Puerto. Llegan las nuevas atracciones para las nuevas generaciones de Millennials
- Este año, algunas atracciones de realidad virtual han sustituido a los clásicos de toda la vida.
Ya ni los cacharritos son lo que eran. Como todo en la vida, la cuestión es evolucionar. Y las atracciones de Feria parece que también están avanzando. La generación millennial, formada por los nacidos entre 1982 y 2004, está caracterizada por ser jóvenes que siempre están conectados a internet y que, además, son multipantalla (esto quiere decir que son capaces de utilizar más de un dispositivo a la vez). Mientras ven la televisión, a la misma vez están con el móvil y la tablet. Y por supuesto, la Feria no iba a ser menos.
El mejor ejemplo: las nuevas atracciones de realidad virtual que están sustituyendo a los clásicos de toda la vida. En concreto este año ya se ha podido ver montañas rusas virtuales. Ya no hace falta subirse a las alturas de para sentir la emoción y la adrenalina. Ahora sólo es necesario llegar, sentarse en un sillón que se mueve y ponerte unas gafas de realidad virtual para que la experiencia sea más emocionante. En parte este tipo de experiencias son cada vez más normales y comprensibles. Y además en ciertas circunstancias son necesarias, como el caso de los ponis que fueron sustituidos por animales mecánicos que, al fin y al cabo, ni sufren ni padecen. En este sentido, todo hay que decirlo: la medida es totalmente adecuada. Aún así, hay algunas cosas a las que es más difícil encontrarle la lógica.
No obstante, no hay que desanimarse ya que afortunadamente los clásicos siguen siendo un éxito. Tal es el caso de las conocidísimas carreras de camellos, los coches-choque o el canguro, que sigue atrayendo tanto a los niños como a los mayores. Dicen que lo vintage está de moda, y en este caso parece que también se cumple.
¿Cómo se puede reproducir virtualmente esa sensación al montar por primera vez a tu hijo en los cacharros?, ¿o el rato de diversión con un amigo en los coches-choques? Por mucha realidad virtual, hay cosas impagables que no se pueden sentir si no son vividas directamente. Donde esté una buena montaña rusa, que se quite todo lo demás.