Hace ya 34 años, la oferta de ocio para los más pequeños no era ni mucho menos la que existe en la actualidad. Mucho antes de que Spierlberg diera nueva vida a los dinosaurios , cuando el circo de Teresa Rabal era la alternativa más cercana a los Cantajuegos y los patinetes eléctricos eran casi tan fantásticos como los voladores que podían verse en Regreso al futuro, un grupo de mentes preclaras se dieron cuenta que los niños no tenían suficientes actividades para divertirse en sus vacaciones de Navidad.

Sin el festival veraniego que suponían las tardes de piscinas y traslados a playas y pueblos, precisamente en las fechas en las que son los protagonistas los niñostenían unos días de descanso sin más diversión, a priori, que la promesa de una lluvia de regalos el día de la Cabalgata y un fin de fiestas con una sola jornada para disfrutarlos.

Fue así como surgieron las ferias de juegos infantiles en la época navideña. Primero en Madrid, y de allí se exportó a Granada. Así al menos lo recuerda Pepe Franco, coordinador de Juveándalus.

Él conoce muy bien la cita desde hace décadas, aunque no recuerda los nombres de los impulsores sí tiene constancia de que nació cómo una propuesta de la Diputación de Granada y el Ayuntamiento de Armilla, responsable de Fermasa.

Por la antigüedad de la Feria de Muestras, cuna de las citas clásicas de la Navidad granadina que cumple este año su 33 edición, se ha convertido en la segunda más longeva del recinto ferial de Armilla, después de la Feria General de Muestras, que ha cumplido ya los 40 años. “Es anterior incluso a la compra del recinto ferial de la Fábrica de la Azucarera por parte del Ayuntamiento de Armilla, hace 38 años”, cuenta Raúl Robles, director de Fermasa.

Tras dos ediciones celebrada en el centro de Armilla, la Feria General se trasladó al actual recinto de Fermasa, en donde poco tiempo después de celebró la primera edición de Juveándalus.

Las líneas de evento eran básicamente las que han llegado hasta la Navidad de 2018: las atracciones, los talleres de manualidades y los eventos deportivos. Pero si esa era la base, la evolución hasta nuestros días no ha sido pequeña.

Algunos, como el taller de maquillaje facial, se ha convertido en un clásico de Juveándalus que vuelve cada Navidad. Sin embargo, otros talleres, han desaparecido o evolucionado. Raúl Robles cita como ejemplo la existencia antiguamente de un talleres de bicis en las que se enseñaba a conducirlas cuando eran objetos más excepcionales en la vida de los niños.

“Ahora eso no tendría sentido y sin embargo ofrecemos un apartado de realidad virtual. El objetivo de la feria es que los niños jueguen y realicen actividades pero la realidad virtual como los vídeo juegos tienen también que estar presentes hoy en día”, sentencia Robles.

En el caso de las atracciones de feria, estas cada año han ido cambiando para adaptarse también al ritmo de los tiempos. “Cada edición traemos lo mejor y se han actualizado”, cuenta Franco sobre los columpios que reciben a los niños fuera de los pabellones y que, no sólo se han adaptado al tiempo sino también al espacio: “En los primeros años, cuando el recinto era más grande, se traía una noria. Luego hemos instalado actividades como una tirolina de 80 metros y cuando vimos la demanda, instalamos otra más”, explica el coordinador de la feria.

Es así como Juveándalus es ha llegado hasta estos días convertida en uno de los eventos navideños más arraigados de Granada. Pocos son los que no se han divertido o trabajado en la que se ha catalogado como “la feria de la ilusión”. Y es que a partir de los 18 años los que antes participaron jugando pueden pasar a hacerlo proponiendo un taller. Si tienen la suerte de ser uno de los 160 trabajadorescontratados para la cita, pueden pasar a disfrutar la feria ganándose un dinerillo extra en Navidad.

Con el lema este año de educar para la igualdad, Juveándalus llega a su 33 edición convertida en la feria más veterana de Andalucía dedicada al ocio juvenil e infantil. En esta edición la tendencia tecnológica será un punto muy fuerte, se contará con la presencia de Nintendo y la realidad virtual pero también compartirán protagonismo con los famosos scapes rooms, actividad para toda la familia, el circuito de coches eléctricos y los talleres de cocina.

Durante esta semana ha abierto al público para atender las visitas especiales de colegios para apoyar el aprendizaje práctico e interactivo de los estudiantes. Los días restantes hasta el 4 de enero Juveándalus estará abierto para todos los visitantes, excepto los días 21, 24,25 y 26 de diciembre, 31 y 1 de enero que el recinto permanecerá cerrado.