Cómo actuar en caso de atragantamiento
La OCU explica cómo reaccionar ante una situación de este tipo y cómo practicar correctamente la maniobra de Heimlich
Quienes saben cómo actuar en caso de atragantamiento, pueden salvar una vida. Un sencillo trozo de comida que se va por el camino equivocado puede dar un buen susto, e incluso desencadenar un horrible desenlace si nadie sabe qué hacer en ese momento. Por eso, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han decidido explicar cómo se debe reaccionar ante una situación de este tipo y cómo practicar correctamente la maniobra de Heimlich.
Los atragantamientos
Son más frecuentes de que lo que uno piensa. Puede causarlos desde un elemento muy pequeño (como una miguita de pan que se ha ido por el mal camino provocando tos) hasta uno grande, lo que desencadena una situación más peligrosa, pues si el cuerpo extraño obstruye las vías respiratorias -total o parcialmente- podría acabar en tragedia.
Qué NO hacer
La OCU recuerda que nunca se debe tratar de extraer el objeto con las manos, pues pese a la buena intención podría terminar introduciéndose más hacia el interior. La forma correcta de proceder depende de las circunstancias específicas de cada ocasión, como por ejemplo de si persona puede toser o no.
Si la víctima puede toser
Si la persona en cuestión está tosiendo, lo mejor es esperar para dejar que la propia reacción natural del cuerpo haga su trabajo. En muchas ocasiones, esta reacción física de nuestro cuerpo es capaz de expulsar el cuerpo extraño de forma natural. Por otro lado, es importante saber que no se deben dar palmadas en la espalda de la persona atragantada, esté de pie o sentada. Contrariamente a lo que muchas personas creen, darles palmadas podría provocar que el elemento se desplazase más adentro, algo muy peligroso.
Si, después de todo, la tos no ha surtido el efecto esperado y la persona se está debilitando (cada vez tiene menos aire y fuerzas), entonces es momento de actuar. Puedes ayudarla a doblarse por la cintura, inclinándola hacia delante para darle unas palmadas fuertes en la espalda (omoplatos). Es importante que la persona esté inclinada hacia delante antes de darle las palmadas, puesto que así si el cuerpo extraño se desplaza nos aseguramos de que se mueva hacia fuera.
Si lo anterior no ha surtido efecto y la persona no consigue respirar, ha llegado la hora de practicar la maniobra de Heimlich (más adelante te explicamos cómo).
Si la persona no puede toser
Si al atragantarse, la persona en cuestión no puede toser, esto significa probablemente que sus vías respiratorias están totalmente obstruidas por lo que corre un grave peligro: podría morir asfixiada en pocos minutos. En estos casos hay que actuar rápido y diligentemente, y sobre todo sin ponerse nervioso.
Pregunta a la víctima si se está ahogando. Si la respuesta es afirmativa, aprovecha para decirle que vas a ayudarla, para que no se asuste cuando la manipules. Y procederemos a practicar la maniobra de Heimlich.
La maniobra no es complicada. En el siguiente vídeo de la OCU podrás ver cómo llevarla a cabo de forma correcta para los casos más típicos, que es cuando la persona que se atraganta está sentada o de pie y tiene una complexión normal.
Hay que ejercer presión varias veces hasta que el objeto extraño alojado sea expulsado, sin olvidar pedir a alguien que avise al 112 por si el resultado no fuera satisfactorio. Si no hay nadie más en el lugar, antes de comenzar la maniobra recuerda colocar tu terminal móvil cerca de ti, llamar al 112 y pulsar el altavoz para poder avisar a emergencias mientras tratas de ayudar a la víctima. No olvides volver a llamar para que no hagan el viaje si el atragantamiento se resuelve sin problemas.
Otros puntos importantes a tener en cuenta
Es importante tener en cuenta que si la persona está embarazada o pesa más de lo normal el puño debe colocarse en la mitad del esternón. Si la víctima está tumbada en el suelo hay que colocarla boca arriba, sentarse sobre ella con una pierna a cada lado y presionar en el mismo punto con las manos superpuestas una sobre la otra, con la palma abierta, y haciendo fuera con el talón de la mano inferior.
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