Coronavirus Cádiz: “El último escobazo nos lo hemos llevado nosotros”
PUERTO REAL
Coronavirus Cádiz: “El último escobazo nos lo hemos llevado nosotros”
Aglomeraciones, abuelos junto a los nietos, dos o tres personas sentadas en un mismo sillón y un señor tocándote cada vez que pasas por su lado. Seguro que ahora todo esto eriza el vello, pero hace solo unos meses era lo mejor que podía pasarle a cualquier pequeño que visitaba una feria y se subía al Tren de la Bruja, al de los “escobazos”, la atracción más icónica.
En todo el 2020 la bocina de la atracción que regenta Florencia Beaterio no ha sonado. Cuando a punto estaban de arrancar la temporada, el coronavirus apareció y acabó con todas las ferias y fiestas y, por tanto, con su medio de vida desde hace ya más de medio siglo. “El último escobazo nos lo hemos llevado nosotros, y ha sido bien fuerte”, dice una mujer, hija, esposa y madre de feriantes, que “jamás había vivido una situación como esta”.
“Ahora debería estar montando la Feria de Jerez“, lamenta desde el sofá de su casa, el que de marzo a septiembre apenas usa. “Ya hemos perdido Rota, Puerto Real, El Colorado, Algeciras, San Fernando, Huelva… Todas. Para qué voy a seguir contando si no se salva ninguna”, dice. Y es que la posibilidad de que se pueda celebrar alguna fiesta es para Florencia “muy remota”. No tiene claro que se puedan retomar estas fiestas en septiembre o en octubre. “¿Quién se va a meter con los niños en una feria con lo que hay?”, se pregunta.
Ellos han dado la temporada por perdida. Tanto es así, que ya hablan de la temporada del próximo año “si no se repite todo esto” y han optado por solicitar un préstamo porque “es la única alternativa que tenemos los feriantes, que no paramos de pagar impuestos por todos lados y ahora estamos desamparados“, lamenta.
El coronavirus ha llegado en el peor momento para el sector. “Piensa que nosotros empezamos a trabajar ahora, en la primavera y el verano, y en que después el invierno es muy largo. Tenemos que administrarnos muy bien hasta que empiece la temporada. Por eso ahora nos coge esta pandemia bajo mínimo“. Del tren de los escobazos vive la familia de Florencia y la de su hijo, y en temporada alta cuentan con dos chicos que contratan para que les ayuden. “Tenemos que seguir pagando hipoteca, la nave donde guardamos las atracciones, los impuesto y seguir viviendo. Una ruina“.
Que ahora no trabajarán es una evidencia, pero dice Florencia que los feriantes piensan en lo que durará la recuperación económica. La crisis del 2008 fue dura para ellos. Cuando no se tiene dinero y hay que recortar, la diversión y los paseos por las ferias están en los primeros puestos de la lista de cosas prescindibles. Ellos lo saben y esperan que la sangría laboral no se acabe cebando con su sector.
‘Cada uno cuenta la feria según le va’, dice una frase muy antigua (ya aparecía en La Regenta) a la que el coronavirus ha logrado darle un único sentido: “Mal. Muy mal”. Lo asegura Florencia y todo su gremio.