Tres semanas debajo de un puente en Vigo para que haya fiestas: «¿Qué somos, animales?»
Los feriantes se van de Vigo sin haber tenido un lugar con luz, agua ni saneamiento, como les prometieron; «nos duchábamos en hoteles»
Feriantes de las fiestas de Coia, en Vigo, viven bajo un puente: «Nos tratan como a perros»
«Hemos estado viviendo como ratas. ¿Qué somos? ¿Animales?». Con estas duras palabras se expresaba María del Carmen Fernández, una feriante sexagenaria a la que este trabajo y forma de vida le vienen de familia, al referirse a las condiciones en las que una treintena de familias han vivido durante las fiestas de Coia y Bouzas. «El Concello de Vigo no nos ha puesto ni agua, ni luz ni saneamiento», denuncia.
En Vigo, llevan más de quince años en estas condiciones. Al no tener ningún recinto reservado para ellos, los feriantes tienen que aparcar sus caravanas debajo de un puente de la carretera VG-20, en la avenida de Ricardo Mella. «Un año aparcamos en Navia y nos pusieron de vuelta y media», recuerda Ángel Gutiérrez, presidente de la Unión de Industriales Feriantes de España (UIFE). Y añade: «No es un campamento, estamos trabajando; aquí no ha venido nadie a molestar. Parece que a los turistas se lo facilitan todo pero a nosotros no se nos valora».
En algunos feriantes el sentimiento de no ser queridos ha calado todavía más hondo, especialmente después de que la Policía Local multase a varios vehículos la madrugada del jueves 4 de julio: «Prefiero que mi nombre no se publique porque tengo miedo de represalias de la policía», aseguraba un feriante ayer, con preocupación.
Los problemas, sin embargo, no se limitan a la localización y las multas. «Ha sido muy duro vivir tres semanas sin que el Ayuntamiento nos haya dado servicios básicos», denuncia Pedro Pereira. Las malas condiciones que los feriantes han sufrido durante su estancia en la ciudad los han llevado a buscar soluciones poco convencionales: «Hemos tenido que ir a un hotel para poder ducharnos».
Una treintena de familias feriantes tuvieron que vivir semanas bajo el puente de la VG-20, entre ellos, Pedro Pereira.
Por desgracia para ellos, otras carencias, como el ruido, no tienen solución: «Estar todo el día oyendo los coches pasar es insoportable», se queja Pereira. «Pese a nuestras reclamaciones, todo sigue igual que al principio», añade con indignación.
Los feriantes demandan condiciones equiparables a las que ya tienen en otras localidades como Pontevedra: «Allí el Concello nos da agua y electricidad. Es así en todas partes menos en Vigo», dice Fernández.
«Las fiestas solo son fiestas gracias a las atracciones; si no, serían verbenas», afirma reivindicando la importancia de los feriantes el presidente de la UIFE. «Las ferias generan mucho movimiento de la actividad económica más allá incluso de la fiesta en sí, ya que los vehículos hay que llevarlos a los talleres y las señoras van a las tiendas», concluye. «Los feriantes pagan una gran cantidad de dinero para que se hagan las fiestas. Además de las tasas que hay que pagar al Concello, toda la maquinaria de las atracciones también es muy costosa», sentencia Gutiérrez, defendiendo el valor de las ferias.
VIDEO POR EL CUAL LOS FERIANTES DE QUEJABAN DEL TRATO QUE ESTABAN RECIBIENDO.
Según el feriante José Luis Montes, el alcalde, Abel Caballero, les aseguró que dotaría a las caravanas de «luz, agua y desagües», pero denuncia que la promesa no se cumple y ya llevan esperando por estos servicios básicos mucho tiempo.
Los feriantes abandonan de nuevo Vigo tras otro año de desatención por parte del Concello. Lo hacen para acudir a las fiestas estivales de otras localidades que esperan que los atiendan mejor. «En todas partes estamos mejor que en Vigo», asegura Fernández. Ourense, A Coruña y playa América son algunos de los lugares donde estarán las próximas semanas.
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