Agustín es un ponedor de calles que gestiona una atracción de coches de choque familiar y le revela a Carlos Moreno ‘El Pulpo’ situaciones que ocurren en este entorno

Durante la época de fiestas en pueblos y ciudades de todo el país, las ferias nos iluminan las tardes y noches con su decoración característica y su música animada. Sobre ellas ha versado este viernes Poniendo las Calles. Al programa ha llamado Agustín y le ha contado a Carlos Moreno ‘El Pulpo’ alguna situación desagradable que ha vivido como feriante.

Una de las más famosas es la Calle del Infierno de la Feria de Abril, con una superficie de 87.000 metros cuadrados y 400 atracciones para todos los gustos. “Los Cacharritos” tienen desde las clásicas tómbolas hasta las montañas rusas, hay algo para cada visitante. Es un lugar donde la diversión se mezcla con la tradición.

A pesar de que pueden parecer algo de la época actual, los parques temáticos o de atracciones tienen su origen mucho antes de lo que la mayoría puede pensar. Se crearon concretamente en la Edad Media y han ido evolucionando hasta nuestros días, adecuándose a cada generación.

La feria inglesa de San Bartolomé fue de las primeras en contar con un parque temático en 1133. Más adelante pasaron a implantarse en los jardines de recreo, lugares destinados para el ocio y el entretenimiento. Durante los siglos XVIII y XIX, estas ferias evolucionaron en lugares de diversión para las masas.

La opinion de un feriante

Allí el público podía ver demostraciones fuera de lo normal, como acrobacias, magia o malabares, además de poder participar en competiciones o incluso caminar entre animales salvajes. No fue hasta el siglo XIX cuando la gente pudo montarse en atracciones como el carrusel o tiovivo, e incluso, en las primeras montañas rusas.

El parque de atracciones más antiguo del mundo lo podemos encontrar en Bakken, Dinamarca, cerca de Copenhague. Fue inaugurado en el 1583 y su origen tiene que ver con el descubrimiento de unos manantiales a los que se le atribuían propiedades curativas. Vieron en este lugar de peregrinaje una oportunidad los vendedores ambulantes.

“La gente no controla”

Agustín es un ponedor de calles que es feriante que habla con Carlos Moreno ‘El Pulpo’ cerquita de Talavera la Real: “Desde los 17 años me dediqué a trabajar en los coches de choque, en la empresa que ya no lo lleva ni el padre la lleva el hijo: Autos de Choque Severiano Rodríguez de Extremadura”.

“Cuando empecé costaba un euro, o sea, 100 pesetas, 200 pesetas, pero, claro, es que llevar dos o tres camiones, de verdad es que es muy duro”, revela Agustín, “y no se duerme apenas nada”: “Es diario y es muy duro ese trabajo, muy duro”. A pesar de toda esta dureza, el feriante ha trabajado muchos años en este sector.

“¿Es verdad que en las ferias hay muchas peleas?”, cuestiona Carlos Moreno ‘El Pulpo’ a Agustín: “Demasiadas. Y ahora más todavía porque, en mi época, cuando empecé, más o menos, la gente no bebía tanto, pero claro, ahora hay mucho tema de droga y la gente, pues no controla”.

El problema que apunta un feriante que pasa en cada fiesta de pueblo de Extremadura: No controla

El feriante revela que “hay ocasiones que tienes que parar la pista, los coches, cerrar hasta que se va todo el percal, que de todo lo que hay”: “Cuando hay una trifulca, la opción del feriante es paralizar la pista y la gente montada, se meten dentro del coche y cuando se va la Guardia Civil y la Policía local, les doy una ficha para que se sigan disfrutando”.

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