Cómo conseguir que tu Perro No tenga Miedo a Los Petardos. Disfruta De Fiestas Con Uso De Pirotecnia, Como Las Fallas De Valencia.
Información de ESPAINCAN y AEPIRO Asociación española de PIROTÉCNIA, para conseguir que tu perro pueda disfrutar de los fuegos artificiales como los humanos.
Cómo conseguir que tu perro no tenga miedo a los petardos. Disfruta de fiestas con uso de pirotecnia, como las Fallas de Valencia
Hoy nuestros amigos de EspaiCan, expertos en educación canina en Valencia, nos traen una serie de consejos y pautas. De este modo, se intenta que los canes no tengan o venzan el miedo al sonido de la pirotecnia. Así podrán vivir tanto las Fallas como otras festividades en las que se da el uso de pirotecnia de la mejor forma posible.
Consejos y reflexiones de EspaiCan
Por todos es sabido que la relación de los perros con la pirotecnia muchas veces no es perfecta. Las mascotas perciben con mayor intensidad el sonido que provocan los estallidos de los petardos.
No podemos obviar que un can tiene mucho más desarrollada el sentido del oído. Los perros poseen un rango de audición cuatro veces más afinado que el nuestro. Pero también existen casos de perros que reaccionan incluso de forma positiva ante este tipo de estímulos, ya que han sido educados en ellos. Esto no quiere decir que tengamos que tener al animal en una zona en la que esté expuesto a elevados niveles de presión sonora, como sería una mascletà o una zona en la que hay un uso intensivo de petardos, como podría ser una despertà. Esto podría ser contraproducente y más en el caso de que el animal muestra temor a estos sonidos.
En cuanto al miedo a los petardos por parte de los canes, se trata de una fobia, como podría ser cualquier otra, a una situación que no ha sido normalizada desde los primeros días de vida. Es evidente que un perro puede reaccionar negativamente, al igual que una persona, si se dispara un artificio pirotécnico cerca, y más si este produce un potente sonido. La diferencia es que los humanos que vivimos en ambientes festivos, como el de las fallas, hemos estado educados en ello durante más tiempo. Pues forma parte de nuestra cultura, sin embargo, el perro no va a entender que está pasando, lo que le puede provocar miedo.
Hay que acostumbrar al perro desde que es cachorro
Para evitar que los perros desarrollen miedo al sonido que emite la pirotecnia, especialmente al de los petardos, hay que tratar de acostumbrarlo durante el periodo sensible, que es cuando el can es un cachorro: desde el día uno de vida hasta el 128. Si no se hace de este modo, el animal, al no conocer este tipo de estímulo, es muy probable que cuando perciba un estallido tenga una mala reacción que acabe causándole miedo e incluso fobia.
Además, es importante cómo reaccionamos las personas ante el can cuando se produce el estallido de un artificio de pirotecnia y la reacción adversa del perro, ya que dependiendo de cómo nos comportemos confirmaremos la conducta de un modo positivo o negativo.
Si el can ha sido educado desde los primeros días de vida a los sonidos, éste los percibirá como algo conocido, pero, queremos matizar la falsa creencia de que si el perro es adulto y no ha sido educado ante este estímulo no es posible cambiarlo. ¡Esto es totalmente falso!. Siempre podemos actuar, tenga la edad que tenga, para modificar la conducta del animal, evitando las reacciones negativas, si bien el protocolo a seguir será distinto atendiendo a la edad del animal y el grado de miedo o fobia.
Qué hacer para educar al cachorro y que asocie el sonido de la pirotecnia u otros sonidos como algo positivo
A continuación, se enumeran una serie de pautas básicas a seguir si queremos que un cachorro se acostumbre al sonido de artificios pirotécnicos como los petardos, así como a otros estímulos del entorno.
Pautas:
- Es preciso sacar al cachorro en brazos a la calle desde que éste se separa de la camada, a los 60 días, aunque no tenga las vacunas (siempre que no toque el suelo), para que de este modo vaya familiarizándose ante estímulos de todo tipo, como pueden ser: sonidos de vehículos y de otra índole, personas, olores, etc.
- Durante las dos primeras semanas de vida, mientras le damos de comer introduciremos sonidos como puede ser el ruido de sacudir una piedra dentro de una botella de plástico.
- A partir de la segunda semana de vida, también mientras come, podemos aumentar la intensidad del sonido utilizando pequeños truenos de impacto, como las conocidas bombetas. En caso de que reaccione de modo negativo volveremos a la primera fase hasta que se acostumbre y tolere el sonido. Es importante hacer esto de forma progresiva y, en caso de que se asuste o intente evitar la situación, nunca acariciarlo buscando que se calmen, ya que esto puede afianzar su reacción negativa.
- Cuando el perro sea más adulto, 4-5 meses, trabajaremos con sonidos un poco más intensos, con truenos de pequeña intensidad, combinando el sonido producido con refuerzos positivos, como premios en los paseos. También podemos realizar estos ejercicios cuando estemos jugando con él, para que lo asuma como una situación común y la normalice, siendo de esta forma todo muy positivo. Es preciso matizar que, en ninguno de los casos, hay que tirarle el artificio al animal a una distancia corta y hacerlo todo muy pero que muy progresivamente y de forma segura para éste, volviendo al paso anterior en caso de mostrar reacciones muy adversas.
Algunos ejemplos de ejercicios prácticos serían los siguientes:
Ejercicio 1: Cuando el perro es más pequeño tiramos bombetas y, al estallar, premiamos inmediatamente al can con un pequeño trozo de salchicha. Y así lo trabajaremos en pequeños periodos de tiempo y de forma muy lúdica. De este modo, cuando el perro escuche el sonido y reciba una recompensa, lo asociará a algo positivo.
Ejercicio 2: Cuando el perro es más adulto, 4 o 5 meses, tiramos un petardo de baja potencia a cierta distancia del animal y, al estallar premiaremos inmediatamente al can y seguiremos los pasos del ejemplo anterior.
Nota: También podemos, en vez de premiarlo con comida, tratar de que asocie el sonido a un premio mediante el juego, es decir, cuando estalle el pequeño artificio le lanzaremos su juguete y lo animaremos a jugar con nosotros, de esta forma, hará una muy buena asociación a los diferentes sonidos y terminará normalizándolos.
Qué hacer para educar al perro que ha pasado el periodo sensible (cuando es adulto)
Pautas que podríamos seguir para que el perro se acostumbre a los sonidos de los petardos. Todo cuando es adulto y no se le han introducido cuando era un cachorro.
- En casa deberemos positivizar un trasportín. Lo ubicaremos en la zona más tranquila de la casa (alejado de ventanas y la zona en la que más se puedan oír los sonidos). De esta forma, el perro tendrá en él una zona de calma, madriguera, zona de confort y/o zona de seguridad. En él podrá estar cuando se produzca el sonido de petardos. Esto hará que la situación le sea mucho más llevadera y se sentirá más tranquilo y seguro. Es muy importante que este trasportín nunca se utilice como lugar de castigo, pues perdería su positivización.
- Deberemos trabajar los sonidos y el control del perro mediante la obediencia (control de los paseos, quieto ante estímulos, la llamada, etc.).
- Una vez el can haya recibido un adiestramiento en obediencia y lo haya interiorizado, introduciremos de menos a más. Como en el ejemplo de los cachorros, y de forma muy progresiva, los sonidos de los petardos. Recordad, nunca tirarle el artificio cerca.
- Deberemos trabajarlo con refuerzos positivos como la comida y con actitud muy positiva. Todo bajo la supervisión de un profesional, ya que de lo contrario podríamos agravar la situación.
- Al final buscaremos, al igual que en el cachorro, que muy poco a poco el perro normalice los sonidos. Y del mismo modo, ante la reacción de miedo nunca, pero nunca, hay que intentar tranquilizarlo mediante caricias o de forma verbal. Estaremos confirmado esta conducta y empeorando la situación.
Cómo sacar a pasear a nuestro perro en Fallas u otras festividades en las que es habitual el uso de pirotecnia si no está acostumbrado
- Lo más recomendable es acudir a un profesional los meses antes de la fiesta para que el can vaya asociando positivamente de forma normal y segura todos los estímulos.
- Intentaremos buscar zonas de paseo tranquilas.
- Bajo ningún concepto llevaremos al perro suelto. Primeramente, porque por Ley debe ir atado, y segundo y más importante, porque en caso de que se asuste podría perderse, lastimarse o provocar un accidente.
- Durante el paseo podemos ir dándole algo de comida para que el perro esté más centrado en comer que en los sonidos. Que lo lleve de forma cómoda y segura para él.
- En caso de que el perro entre en pánico, no confirmar la conducta con caricias y no dejar que se esconda detrás de nosotros. Acortar el tiempo de los paseos para reducir el tiempo de exposición. Si entra en pánico, recomendamos alejarnos de la zona conflictiva, pero actuando como si se tratase de un paseo normal. Ignorando su conducta con el fin de que no interiorice ese comportamiento como el adecuado. Una vez cese la crisis volveremos a casa de una forma más calmada y controlada.
Conclusiones
Para finalizar, tenemos que ser conscientes que durante las fiestas todos tenemos que convivir, y el sonido de los petardos es una parte identificativa de nuestras fiestas. Por ello tanto los dueños de los canes como las personas que disfruten de la fiesta y el uso de la pirotecnia deben ser respetuosos entre sí.
Si un nuevo amigo canino ha entrado a formar parte de tu familia puedes seguir nuestros consejos para que, desde que es un cachorro, se acostumbre a los sonidos de los petardos. Si tienes un perro con miedo a los petardos puedes empezar a prepararlo durante los meses previos a la fiesta. Además, hay que ser consciente de en qué periodo nos encontramos. Si lo consideramos oportuno, habrá que modificar durante esos días un poco las pautas y horarios de los paseos. Evita las zonas de alta intensidad sonora.
Si eres alguien que disfruta de la fiesta y del uso de la pirotecnia, debes tener en cuenta a las mascotas y a sus dueños. Cuando vayas a tirar un petardo, si ves a alguien paseando con su perro, nunca lances petardos hacia ellos. Ni tampoco cerca de ellos o por donde veas que van a pasar. Se cortés y pregunta si tiene miedo, y en ese caso deja de tirar petardos hasta que el animal se haya alejado.
Es primordial que entre todos seamos capaces de conseguir vivir unos días agradables de fiesta. Estos días en los que todo el mundo pueda disfrutar de la mejor manera posible. Siempre desde el respeto hacia el otro. RESPETEMOS PARA SER RESPETADOS.