El puesto de churros del Cíes Market es uno de los cinco que regentan y la castañera del “Alfageme”, en Coia, también lleva su firma

El nuevo diseño de la castañera en la rotonda del barco en Coia sorprendió a más de uno. En vez de la tradicional locomotora, el puesto reproduce al “Alfageme” que preside la plaza. Su responsable es Miguel Ángel Montes. “Se me ocurrió como homenaje a las familias del ‘Pitanxo’ y a la gente del mar, a la que pertenece una gran parte de nuestros clientes, le coloqué la bandera de Ucrania porque también pasan por el puesto muchos niños refugiados”, afirma.

De su imaginación también salió el puesto de churros que regenta su hijo en Gondomar, localidad donde residen. Es un homenaje al carro de feriantes en el que se movía su abuelo, Adriano Montes. “Somos la generación número doce de feriantes”, afirma orgulloso. “Los Montes somos la familia más numerosa de feriantes de España y es posible que de Europa, unos 500, es muy bonito cuando llegas a un pueblo y se presenta un pariente que ni conocía, pero si lleva el apellido es familia, suelen darse a conocer nietos de primos de mi abuelo”.

Reivindica la vida media nómoda, “la libertad no hay quien la pague, aunque es muy dura, el primer sitio al que llevamos a mi hijo con tres días nada más salir del hospital fue a la fiesta de Tomiño, donde estábamos trabajando”.

En su parroquia los conocen como Os Tomboleros porque montaban la tómbola en las fiestas. También tuvieron la atracción de La Ratita, la noria o los Caballitos, pero sin duda, lo que los caracteriza es la venta de churros, oficio que Miguel Ángel aprendió de su abuelo y de una tía. La churrería La Eulogia, que lleva el nombre de su madre, es la que se montará en la Alameda en  el mercado navideño Cíes Market. “No hay fiesta que no hay churrería, es el alimento más típico de España, pero nuestros churros son caros y van a subir más; cuestan 4 euros porque son buenos, están hechos con productos de calidad, la harina de Valladolid, el aceito de Barcelona o el chocolate de marca; la materia prima sube y los impuestos también”.

Su hijo se está preparando para coger el relevo, “no se puede ser un analfabeto, hay que estar al día en la tecnología; algunas personas relacionan el feriante con un marginado o un delincuente, somos empresarios de feria” . Regentan cinco puestos de churros, entre ellos el de la playa América que está abierto hasta el 30 de agosto, aunque también acuden a eventos o a actos de empresa. “Nuestras vacaciones son siempre en parques de atracciones para coger ideas o en cursos para perfeccionar los churros, siempre hay quien puede enseñar algo”, afirma.

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