La Feria del Valle en Lucena, todo un éxito
Ayuntamiento, caseteros y feriantes hacen un balance general “positivo” de la Feria del Valle destacando la gran afluencia de público y la seguridad
Los caseteros piden que se reconsidere la conveniencia de recuperar el lunes como fiesta local mientras que los feriantes consideran que la actual situación de crisis económica, derivada de la inflación, ha hecho que la recaudación esté por debajo de los esperado pese al numeroso público.
BALANCE FERIA DEL VALLE 2022
AYUNTAMIENTO, CASETEROS Y FERIANTES HACEN UN BALANCE GENERAL “POSITIVO” DE LA FERIA DEL VALLE DESTACANDO LA GRAN AFLUENCIA DE PÚBLICO Y LA SEGURIDAD
Satisfacción generalizada con el desarrollo de la Feria del Valle que acaba de concluir entre los distintos sectores implicados en esta celebración. Ayuntamiento, caseteros y feriantes coinciden –en términos generales– en destacar la alta afluencia de público al recinto ferial, la buena acogida de los conciertos y actividades programadas y el ambiente de seguridad que ha rodeado la celebración, tras los incidentes que rodearon la pasada edición.
José Pedro Moreno, concejal de Fiestas y Tradiciones y responsable de Seguridad Ciudadana, ponía hoy el acento sobre la “elevada asistencia al recinto durante los cuatro días de feria, incluido el domingo, tanto en el conjunto del recinto como en las casetas, terrazas, puestos de comida y atracciones”. Moreno señalaba a Lucena Hoy que “también han sido un éxito los conciertos programados en la Caseta Municipal, tanto los de gran formato –que han reunido a miles de personas– como los de un formato más reducido, contribuyendo a que los colectivos que optaron por las barras vean una rentabilidad a su trabajo”.
Especialmente satisfecho se sentía José Pedro Moreno con la seguridad: “Ha sido una feria con una ausencia casi total de incidentes destacables, en la que el fuerte despliegue policial y la ubicación de los agentes en el propio recinto ha actuado como medida disuasoria y de prevención, como se esperaba”. Según el edil lucentino la única incidencia reseñable se produjo el jueves, en torno a las 5:30 horas, cuando la policía y los propios efectivos de seguridad privada de una caseta disolvieron un conato de pelea en el interior de la misma, decidiendo la empresa adelantar unos minutos su cierre”.
En esta línea, Araceli Baena, presidenta de la Asamblea Local de Cruz Roja reiteraba que “ha sido una de las ferias más tranquilas de los últimos años” y desde el punto de atención permanente dispuesto a la entrada del recinto ferial solo se han atendido “alguna intoxicación etílica y varios casos de ataques de ansiedad”. En cuanto al “Punto Violeta”, Baena indicó que no se ha recibido ninguna denuncia, limitando su actividad a la “distribución de material publicitario y la atención a las personas que se han acercado para solicitar algún tipo de información”.
SATISFACCIÓN ENTRE LOS EMPRESARIOS
La satisfacción también es el denominador común entre feriantes y “caseteros” que han instalado sus negocios en el Real de la Feria.
El presidente de la Asociación de Empresarios Feriantes de Córdoba, Ángel Cristo, señalaba que ha sido una feria “muy positiva” enmarcada en un ambiente general de recuperación para un sector que “está empezando a moverse y volver a la normalidad previa a la pandemia”.
Cristo considera que “la afluencia de público que ha podido verse en el recinto ferial ha sido grande, aunque la crisis económica se nota en el bolsillo y se ha gastado menos en las atracciones infantiles, por lo que esa gran cantidad de gente no se ha traducido en el beneficio que esperábamos”. Diferente ha sido el negocio para los empresarios del sector de la comida “que han trabajado a tope, según las primeras impresiones que he recogido entre ellos”.
En cuanto a las casetas, Joaquín Pineda, representante de tres de las seis casetas y terrazas instaladas en el recinto –Círculo Lucentino, Balcón Rosales y la terraza Garden– destacaba la “gran afluencia de público y buen ambiente general y el gran trabajo de las fuerzas de seguridad, complementado por la alta inversión realizada por los propios empresarios en materia de seguridad privada y el trabajo conjunto en las distintas reuniones de trabajo celebradas con el Ayuntamiento”. El resultado ha sido según Pineda “una feria muy tranquila, que ha generado mucha confianza entre el público”.
Pineda señalaba que todo ello, unido a la apuesta de las empresas y sociedades por presentar unas instalaciones acordes con una feria como la de Lucena y a la gran cantidad de público que han atraído los conciertos municipales entre el jueves y el sábado, ha hecho que, al menos en su caso, se haya incrementado la facturación “entre un 15 y un 20 por ciento, aunque los gastos también van a ser elevados como consecuencia de la situación actual”.
En similares términos se expresaba Manuel Barea, uno de los representantes de la casera privada “Buganvilla”, que este año ha ampliado sus instalaciones y su número de socios, cuya respuesta ha catalogado como “muy favorable”, señalando que la caseta “ha estado completa a medio día de jueves a domingo”, quedándose pequeña pese a su ampliación. Para Barea “se ha unido que este año, tras la pandemia, había ganas de fiesta y otros factores que han hecho que la feria haya lucido muy bien en términos generales”.
Finalmente Antonio Carrillo, de la caseta de baile “Abril”, señalaba a este periódico que “la feria ha estado bien en general, aunque hemos notado una menor afluencia de público que en otras ocasiones en horario de tarde y a medio día”.
TAMBIÉN SE SEÑALAN “ASPECTOS A MEJORAR”
Pese a la valoración positiva general, los empresarios también plantean demandas y sugerencias “para mejorar la feria en próximas ediciones”. Así, la mayoría de ellos coinciden en señalar la conveniencia de que el día de fiesta local pase a ser el lunes “lo que permitiría ampliar el negocio un día más”.
También se apunta en algún caso la necesidad de apostar de forma más decidida por la feria de mediodía, proponiendo conciertos que atraigan a una mayor cantidad de público y que constituyan una mayor aliciente para bajar o venir desde otros municipios en ese horario, lo que permitiría incrementar la carga de negocio durante la tarde, una vez concluidas las actuaciones.
Finalmente se reitera la necesidad de que las casetas y feriantes puedan contar con agua y luz al menos con 24 horas de antelación al inicio del alumbrado especial y otras tantas con posterioridad a la finalización de la feria. “Hoy a las 8 de la mañana no había ni luz ni agua para desmontar las casetas o fregar”, señala uno de los caseteros, una situación que incluso hace que algunas casetas y barras opten por no abrir el domingo, un día de menor volumen de negocio, evitando así tener que desmontar en un lunes que ya es plenamente laboral.
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