A pesar de recuperar las procesiones, la famosa Comida en la Calle y demás programación propia de la Semana Santa avilesina, si hay algo que no verá la luz durante esta periodo festivo será lo más demandado por los pequeños de la casa: los caballitos, que en estas fiestas del Bollo no se instalarán en la ciudad.

La imagen de los feriantes poniendo las atracciones a punto tendrá que esperar, por lo menos, un año más, y eso que la temporada de Navidad había resultado más que satisfactoria y habían conseguido ser un atractivo para la ciudadanía gracias al horario flexible que se les había proporcionado y al dispositivo colocado por toda la ciudad, con tres zonas diferenciadas en el parque del Muelle, el parque de las Meanas y la pista de La Exposición, que durante más de quince días acogieron un total de doce atracciones y cinco casetas.

De entre ellas había habido una gran variedad, no solo con los caballitos propios de los más pequeños sino que se había conseguido traer novedades nunca vistas en la ciudad como el ‘Maxi Bosh’ dirigido a los más intrépidos y atrevidos. A pesar de que esa temporada había servido para que poco a poco los feriantes también consiguieran demostrar que la feria era segura y se llevaran un buen sabor de boca, la Semana Santa avilesina no escuchará los famosos timbres y sonidos del tren de la Bruja o el scalextric.