Hay caras que lo dicen todo y ayer las de Carlos, Antonio, Cristina, Manuel y Javier hablaban sin necesidad de abrir la boca. A las cinco y media de la tarde estos niños, con edades comprendidas entre los seis y los once años, llegaban al recinto ferial de Cáceres con ganas de comerse el mundo y montarse en todas las atracciones. «Estamos muy emocionados», admitía Antonio, uno de los mayores del grupo, bajo la atenta mirada de sus padres. Dos años, cuatro meses y una pandemia después, estos menores se reencontraron con la feria, que de manera excepcional este vez es en septiembre en lugar de mayo.

San Miguel ha puesto el broche a su primer fin de semana con una buena respuesta de público tras una primera jornada, la del jueves, pasada por agua. «Se nota que la gente tiene ganas de feria. Hemos hecho un viernes y un sábado muy buenos, con menos público infantil del habitual pero con muchos adolescentes», resumía a pie de atracción un veterano feriante. Hoy, lunes, llega una de las jornadas más esperadas: el día del niño, cuya particularidad reside en que los viajes tienen descuento. ¿Cuánto? No hay una rebaja establecida, cada atracción aplica el recorte que considera. Según los puestos consultados por este diario, estará próxima al 33 por ciento. Las fichas que se despachan a tres euros se venderán por dos.

Un buen termómetro para medir la afluencia de público es el parte de servicios prestados por la asociación DYA. Durante la jornada del sábado atendieron a 20 personas, la mayoría por heridas y traumas. Se practicaron varias suturas en el puesto de socorro por caídas accidentales o cortes en la atracciones y dos heridos fueron trasladados al Hospital Universitario para valoraciones radiológicas. A falta conocer las cifras de la jornada de ayer –al cierre de esta edición la feria continuaba– el sábado ha sido el día de mayor asistencia, según confirma Alejandro Márquez, secretario de la organización. Se repartieron, además, 550 pulseras identificativas entre menores.

Eso sí, precisa Márquez, los datos de asistencia están muy por debajo de una feria normal. En la última celebrada previa al coronavirus, en 2019, durante la jornada del sábado se contabilizaron 58 atenciones, casi el triple que las de este año. Hay que recordar que esta vez no hay casetas y que hay menos atracciones de lo habitual (73 en total).

Otra de las novedades es que en esta edición, durante tres días, la música de las atracciones se apaga durante dos horas, de 18.00 a 20.00 horas, como medida inclusiva para facilitar el acceso a las personas con sensibilidad auditiva. Ayer fue uno de estos días y los horarios se cumplieron. Después, regresó el reguetón a los altavoces y los particulares mensajes de una cita de estas características. «Que no te lo digan, que no te lo cuenten. Sube, que te diviertes», vociferaban desde la Supertarántula. «Comienza el cachondeo, comienza el meneo. Vamos que nos vamos», sugerían desde el Máster.

Estrella Guerra retornó ayer a la feria después de vivir 20 años fuera de Cáceres. «Estoy muy ilusionada, sobre todo porque ahora vengo con mis hijos, Carlota y Lucas», comentaba desde uno de los accesos al recinto. La feria de Cáceres se prolongará hasta la madrugada del sábado al domingo, 3 de octubre.

Enlace para acceder a la noticia original en el periódico Hoy Cáceres  La emoción de volver a la feria de Cáceres dos años después | Hoy