Los feriantes se quedan sin opciones por la pandemia.

Aseguran que su empleo es estacional y que, tras seis meses sin haber podido generar ingresos y de perder la temporada, se enfrentan a 18 meses enteros en blanco

Muchos feriantes ya tenían hecha una inversión que no amortizarán.

Imagínense por un momento estar año y medio sin recibir ingresos por su trabajo. Eso es a lo que podrían enfrentarse decenas de familias jienenses si la situación no cambia porque, aunque la luz de los neones y las celebraciones a su alrededor no dejen verlo, los feriantes son temporeros que miran con preocupación una cosecha que casi con total seguridad perderán.
Deberían haber empezado ya a trabajar, pues es ahora cuando empieza la temporada de ferias, romerías y celebraciones, en la que concentran casi la totalidad de sus ingresos; y en lugar de estar montando sus atracciones o sus puestos de comida en cualquier ciudad española, se encuentran en sus hogares, después de seis meses sin ingresos y habiendo realizado un trabajo de inversión en sus instalaciones, seguros y mantenimiento, que seguramente no puedan amortizar este año.
Todo esto hace que Federico Gaitán, presidente de la Asociación Provincial de Industriales Feriantes de Jaén, catalogue la situación como «crítica». «La mayoría de nosotros terminamos de trabajar en octubre del año pasado o principios de noviembre. Aquellos que nos hemos mantenido de alta durante todo el invierno, solo unos pocos, sí hemos podido acogernos a algún ERTE pero la mayoría son personas que llevan seis meses sin ingresos y que ven muy difícil que durante esta temporada se puedan realizar ferias», admite antes de dejar claro que la ayuda de 670 euros que da el Gobierno a los autónomos es «insuficiente» para mantener a una familia y menos en su caso.
Explica además Gaitán que los préstamos ICO que se han puesto a disposición de este tipo de empresarios y que tienen una carencia de un año (no tienen que empezar a pagarse hasta dentro de doce meses) tampoco son una solución para el sector pues, de no poder trabajar durante toda la temporada, estas familias que viven de las ferias tampoco tendrían ingresos cuando deban empezar a devolver el dinero.

Pagos que afrontar

Además solo han recibido moratorias en el pago de préstamos relacionados con sus primeras viviendas y estas moratorias de bancos particulares están siempre sujetas a un incremento de los intereses, por lo que no les sirve como ayuda.
Son muchas las familias que se encuentran en esta situación en la provincia pues son 180 los empresarios afiliados a la asociación jienense y no solo son ellos los que dependen de esta actividad económica sino que en muchos de los casos son contratadores de mano de obra que principalmente es joven y que también se quedará sin los ingresos que suele percibir durante los meses estivales.

También aclara el presidente que no ve muy factible que se aplacen las ferias pues habrá municipios que decidan emplear estos presupuestos a otros asuntos de tipo más social y además, en caso de aplazarse, las condiciones no serían las mismas, pues reconoce que ellos viven de las aglomeraciones y estas tardarán mucho en darse. Aún así su predisposición a colaborar en la medida de los posible es máxima: «Estamos dispuestos a adaptarnos a las medidas de seguridad que exija Sanidad, pero nos tienen que decir cuándo podemos empezar a trabajar y dejar claro cuáles son las medidas de prevención que tenemos que llevar a cabo. No sabemos realmente qué es lo que nos pedirán para saber si hay negocios que se pueden adaptar o no», especifica Gaitán que pone el ejemplo de los puestos de comida o de vinos que, de no haber barras, no podrían realizar su actividad.

Sector importante

Además hay poblaciones en el territorio jienense en el que esta actividad es un motor económico importante, como es el caso de Navas de San Juan. El alcalde de esta localidad, Joaquín Requena, reconoce que transmitió su preocupación al presidente de la Diputación, Francisco Reyes, por la situación en la que se pueden ver tanto las familias del pueblo que regentan negocios de este tipo como las decenas de jóvenes que contratan cada temporada para trabajar.
«Churrerías, puestos de comida y atracciones. Son empresas familiares que empezarían a trabajar ahora. Aquí la crisis va a afectar más que en otras localidades por esto. Además les va a golpear con especial dureza porque no se pueden acoger a ningún ERTE ni prestación ya que el inicio de la crisis sanitaria les pilló de baja, porque son meses en los que no trabajan», aclara Requena.
El momento fue clave y de hecho el propio alcalde aclara que había familias de Navas que ya se encontraban en Valencia para trabajar en Las Fallas y tuvieron que volver ante las suspensión de las mismas. De momento este municipio ya ha suprimido las tasas de aparcamiento que pagan estos empresarios durante este año y el próximo pero avisa también Requena de que «la capacidad de los ayuntamientos es limitada», por lo que esperan recibir ayuda de administraciones provinciales (Diputación ya ha anunciado un plan de empleo de 15 millones de euros), autonómica y estatal.
Tanto Requena como Gaitán mandan un mensaje de ánimo para todos aquellos trabajadores de las ferias y aseguran que se está trabajando para buscar ayudas y alternativas para el sector.