Los feriantes, al límite: «Muchos no van a poder volver al negocio»
Los feriantes, al límite: «Muchos no van a poder volver al negocio»
Piden a los ayuntamientos de Euskadi instalar sus atracciones en recintos abiertos y en espacios con aforo limitado y manteniendo la distancia de seguridad
Acostumbrado a que la única razón por la que sus ingresos se vieran reducidos fuera la metereología ahora se enfrenta a una pandemia. «No se había dado nunca, pero creo que si la situación evoluciona favorablemente, podemos trabajar, aunque sea poco o menos y con más seguridad, pero necesitamos volver», insiste. Como autónomos que son ya han estado informándose de las ayudas que pueden solicitar, aun así advierte que «hemos estado sin ingresos desde octubre, que es cuando acaba la temporada, y si no se reanuda este verano, estaremos hasta abril de 2021 sin cobrar».
Si de algo les sirven estos meses de invierno a los feriantes es para poner a punto todas las barracas. Se pasan revisiones para garantizar la seguridad de los ciudadanos, se reparan averías y se aprovecha también este parón para mejorar iluminación y decoración con el fin de hacerlas más llamativas. «Son gastos, pero son gastos que son necesarios. Este año todos los feriantes tenían ya preparadas sus atracciones y de pronto se han visto parados. Aún así, a pesar de las consecuencias económicas que estamos teniendo, sabemos que la salud es lo primero. Queremos que la gente esté sana, que los que están enfermos se recuperen y que todo pase rápido», recalca Domínguez. En el sector hay cierta prisa por retomar la actividad, sí, pero porque «hay feriantes que solo trabajan seis o siete meses al año y ahora no pueden poner en marcha su mecanismo de ingreso».
Desde los ayuntamientos de Euskadi, que son quienes les contratan, ya les han comunicado que hay fiestas que se van a suspender y otras que, por el momento, se mantienen en el aire a la espera de la evolución de los casos y del desconfinamiento progresivo que se va a adoptar. «Nos han avisado de que se cancelan las fiestas de Legorreta e íbamos a ir con unas cuantas atracciones», cuenta Eusebio. Esta decisión de cancelar eventos tiene un impacto inmediato en los feriantes. «Nuestro sector se está viendo muy perjudicado y si no cambia pronto la situación irá a peor porque empiezan ahora la mayoría de los festejos. Está siendo criminal y el daño es irreparable. Somos un sector, en España, con unos 40.000 autónomos y necesitamos medidas, como la bajada del IVA, para paliar las consecuencias», explica Domínguez.
Las fiestas de Gipuzkoa, en el aire
Aún así, aunque todo parece indicar que la temporada está perdida antes incluso de haber empezado hay cierto optimismo. Domínguez confía en que cuando se hayan rebajado las restricciones y los comercios que no sean de primera necesidad y los bares y restaurantes abran sus puertas ellos también puedan arrancar sus ferias. «Es la única forma de salvar el negocio. Vamos a proponer a los ayuntamientos que mantengan las atracciones este verano, eso sí, bajo estrictas medidas de seguridad. Podemos montar las atracciones en recintos abiertos y controlar la entrada, que haya un aforo máximo, el que consideren que sea necesario para evitar contagios. También podemos mantener la distancia recomendada de metro y medio, de la misma manera que se hace en los supermercados. En las ferias no hay problema, nos podemos adaptar igual que lo hacen los comercios o lo hará la hostelería. A las atracciones vienen muchas familias y podemos organizarnos para separar a la gente. Trabajaremos con guantes, mascarillas y lo que haga falta para proteger a la gente», detalla. Lo que entienden desde la Asociación es «¿por qué si un niño puede ir a un bar o a una tienda de chuches y no puede venir a una feria donde se van a respetar los mismos criterios sanitarios? ¿Por qué hay que castigar a los niños, que llevan todo el año esperando para montarse con sus amigos en las atracciones?», se pregunta.
Eusebio, que se suma a la iniciativa de la asociación, ansía con que se levante el confinamiento pronto y pueda poner en marcha una nueva atracción que habían preparado para este año. «Lo que queremos es cumplir con las fiestas y si en una barraca solo se pueden montar quince niños en vez de treinta, que así sea. Lo primero es la seguridad».