Si no se les dá una solución, más de la mitad de los feriantes «desaparecerán» a raíz de la crisis del coronavirus
Si no se les dá una solución, más de la mitad de los feriantes «desaparecerán» a raíz de la crisis del coronavirus
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El sector pide al Gobierno central que los pagos realizados para costear la ITV, los boletines de luz y la cuota de autónomos sirvan para la temporada 2021
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Los profesionales solicitan que su actividad se introduzca en «ocio y cultura» para que el IVA descienda al 10%
Más de la mitad de los profesionales que trabajan en las ferias se verán obligados a dejar el negocio y a buscar una nueva salida laboral a raíz de la actual crisis humanitaria y social. Así lo atestigua el industrial de feria, Fernando Bañuls, quien asegura que la parálisis de la actividad económica y cultural que contempla grandes aglomeraciones ha “golpeado” a casi medio millón de trabajadores de las ferias en el país, entre puestos de trabajo directos e indirectos.
La mayoría de los ayuntamientos que celebran sus ferias entre los meses de abril y agosto las han cortado de raíz al objeto de evitar las grandes aglomeraciones. Además, tal y como destaca el colectivo de industriales de feria, se prevé que “todas las fiestas se clausuren, incluso las últimas, previstas para lo meses de octubre y noviembre”. Por tanto, los feriantes dan ya por perdida una temporada que comenzaba justo cuando el Gobierno central decretó el estado de alarma el pasado 13 de marzo.
El inesperado escenario en el que conviven actualmente medio millón de personas es calificado de “precario y caótico”, en tanto que la preparación para la temporada ha supuesto el desembolso de grandes cantidades de dinero para pagar sueldos, mantenimiento, tasas e impuestos. De hecho, Bañuls apunta que hay autónomos que han gastado ya más de 20.000 euros “para poner todo a punto de cara a la temporada 2020”. Este montante contempla los boletines de luz, los proyectos de feria o la ITV de los vehículos, entre otros gastos.
Actualmente, la cifra de autónomos que se enmarcan en el sector asciende a 30.000, mientras que 200.000 son los trabajadores fijos que realizan toda la temporada, a los que se le suman otros 200.000 indirectos -reponedores, fabricantes de peluches, panaderos o mensajeros-. En este sentido, estos profesionales deben acumular una serie de recursos que les permitan “vivir” de octubre a abril, puesto que deben asumirse gastos como las reparaciones de vehículos, el mantenimiento de atracciones o la propia alimentación de las familias. Actualmente, los autónomos reciben una prestación de la administración que asciende a unos 600 euros según cada caso, pero “son muchos los trabajadores que tenían que entrar a trabajar en abril los que, sin embargo, no pueden agarrarse a nada”, sostiene Fernando Bañuls.
La última feria que ha anunciado su cancelación es la de La Línea de la Concepción, prevista para finales de julio. Para los profesionales cada vez que reciben la comunicación de la suspensión de una feria es “una puñalada en el corazón por todos los recursos puestos previamente”, asegura Bañuls. Si bien es cierto que, por el momento, se están cancelando las de verano, el colectivo ya augura que la última feria del calendario, que es la de Gerona, también sea suspendida y, por consiguiente, “toda la temporada sea nula”.
Ante la crisis económica que supondrá una parálisis de la actividad de 18 meses, el sector ha redactado una serie de medidas para aliviar el escenario. En primera instancia, piden al Gobierno central la paralización de la cuota de autónomos, de la ITV de los vehículos -solicitan que deje de ser de obligatorio cumplimiento pasarlas cada seis meses- o de los recibos de luz, de manera que “este año no cuenten y todo el pago realizado hasta el momento sirva para la temporada de 2021”, recoge Fernando Bañuls. De este modo, pese a que perderían un año de actividad económica, los feriantes no tendrían que pagar nuevamente todas estas tasas de cara al próximo ejercicio.
Otra de las peticiones contempladas es la introducción del sector en el área de ocio y cultura, pues es “primordial” la rebaja del IVA del 21% al 10%. A su vez, la denominación de actividad cultural permite que las prestaciones también lleguen a un sector “que nunca las ha pedido y que siempre se ha conformado con lo que genera en la temporada de ocupación”. Igualmente, los profesionales solicitan que durante los próximos 3 años los ayuntamientos les cobren exclusivamente las tasas de ocupación de vía pública, en lugar de las tasas de feria, “mucho más caras”.
Al igual que sucede con los industriales de feria, la hostelería que opera en el sector también se verá muy mermada por el devenir de la propagación del coronavirus, en tanto que ambas áreas de ocupación “van de la mano”, destaca Rodrigo Castellano, profesional de catering.
Los hosteleros compran al por mayor todo aquello que necesitan para la temporada de ferias por lo que la planificación y los pagos preceden a la celebración de los mismos. De este modo, las naves y las cámaras frigoríficas guardan “gran cantidad de productos que no se van a utilizar”, tanto de limpieza como los propios alimentos. Al compartir muchos gastos con los profesionales de las atracciones, la hostelería pide que se paralicen “todos los impuestos y los sellos de los vehículos, pues sino muchos nos vamos a arruinar en tan solo unos meses”, asegura Rodrigo Castellano