Detenido por fumarse un porro mientras trabajaba rodeado de explosivos y sustancias inflamables

Al revisar el inmueble, los policías hallaron también múltiples estupefacientes: marihuana, hachís, éxtasis y speed.

Un hombre de 36 años ha sido detenido en Zaragoza tras ser sorprendido fumándose un porro mientras trabajaba en un local en el que había explosivos y sustancias inflamables. Al ser revisado el inmueble, los policías también hallaron múltiples estupefacientes. El acusado, que ha quedado en libertad tras pasar a disposición judicial, está imputado por un delito contra la salud pública y otro por la presencia de explosivos de forma irregular.

Según han informado fuentes policiales, la detención se produjo hace unos días en un local situado en la zaragozana carretera de Castellón. Un coche patrulla estaba realizando tareas rutinarias de prevención de robos en esa zona en la que abundan los locales comerciales.
Durante esa patrulla, a media noche, los policías vieron que uno de los locales estaba abierto y que dentro había un hombre realizando trabajos de albañilería y carpintería. Cuando acudieron, comprobaron que estaba fumando lo que todo indicaba que era un porro de marihuana y que eso conllevaba un alto riesgo porque en el local había explosivos y sustancias inflamables, caso de disolventes. Además, tampoco tenía los preceptivos permisos administrativos para las obras de reforma que estaba realizando.
Los agentes se incautaron de un paquete de cartullos de pólvora, del tipo de los utilizados en tracas. En caso de haber llegado a explotar, la deflagración podría haber sido considerable, según han indicado fuentes próximas al caso. Generó «un grave peligro de incendio o explosión», han explicado las mismas fuentes.
Además, al revisar el local, los policías encontraron diversas sustancias estupefacientes. En concreto, 25 pastillas de éxtasis de color rosa, dos bolsas de speed con un peso total de 2 gramos, tres bolsas de marihuana, con un peso total de 56 gramos, y dos piedras de hachís (11 gramos entre las dos).
Por todos estos hechos, el acusado, C.S.L., de 36 años y con antecedentes policiales, fue arrestado por un delito contra la salud pública y por otro relativo a la tenencia ilegal de explosivos, ya que no tenía permisos para manipular ese tipo de materiales. Los cartuchos fueron enviados a los especialistas en explosivos de la Policía Nacional, para que informen exactamente de sus características y composición.