Más de seis siglos después del otorgamiento del Privilegio Real por parte del rey Alfons el Magnànim en 1418 para poder hacer Feria, Ontinyent celebra este acontecimiento con la oferta más diversa de los últimos años. Precisamente la lectura del Privilegio, junto a un colorista pasacalle, se combinaban el pasado viernes para inaugurar en un multitudinario acto una Feria que está reuniendo miles de visitantes procedentes de todas las comarcas vecinas a La Vall d’Albaida. Una feria que, recordaba el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, «ha remodelado su imagen y ampliado su contenido gracias a la implicación de mucha gente que ha entendido que este es un proyecto de ciudad».
Ontinyent acoge un fin de semana lleno de experiencias y novedades entre las que se encuentran hasta 40 atracciones mecánicas, 200 lugares de gastronomía y artesanía, y una zona dedicada al comercio local; pero también 500 vehículos en exposición y venta dentro de la feria de automoción «Firauto», algunos de ellos con descuentos especiales de más de 3.000 euros; una carpa gigante con música en directo; el espacio «Ontifira» donde varios establecimientos de hosteleria local ofrecen muestras de su restauración con especial atención a los productos autóctonos; y la novedad de una «Fira Jove» con talleres, juegos online y de mesa.

Otra novedad llegará mañana lunes por la mañana, día festivo local, cuando, por primera vez, la Feria atenderá las necesidades de las personas con trastornos de espectro autista con una jornada sin música ni ruidos en las atracciones. Durante la Feria también se realizan catas de agua de Ontinyent, hay espectáculos de magia o juegos en familia.
Una feria para todas y todos que tendrá el próximo sábado 23 y domingo 24 de noviembre una nueva oportunidad de ser disfrutada, ya sin «Firauto» ni algunas de las ofertas de los días centrales, pero con el atractivo de los precios populares para las atracciones mecánicas de las que disfrutan pequeños y mayores.