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Despedidas que duelen menos

Jaén.

Despedidas que duelen menos

San Lucas dice adiós tras nueve días de actividades con gran asistencia

Bajada de persianas, al menos metafórica. Concluye, un año más, uno de los momentos más esperados por los jiennenses, la Feria de San Lucas. Después de nueve días de irrefrenable actividad, la zona del recinto ferial “Alcalde Alfonso Sánchez Herrera” se convirtió, el primer día de la semana, en un reguero constante de movimiento. Sonido de martillos, golpeteo metálico, gritos de fondo y muchas idas y venidas. Fue el momento en que los caseteros y feriantes se despedían de Jaén, hasta el año próximo.
Desde el día en que las luces del recinto cobraron vida, la actividad no cesó. El olor del algodón de azúcar y la patata asada se adueñaron con rapidez de cada rincón del lugar. Nadie se quería perder unos días con los que los jiennenses y sus vecinos llevan soñando semanas. Algo bueno tenía que tener ser los últimos en celebrar la feria, y es que fueron muchos los que se acercaron para disfrutar y exprimir los últimos instantes previos a la normalidad, al otoño y a la rutina. Porque acudir a la feria se convierte en una breve escapada de la realidad, donde las luces de colores y el chirriante sonido de las máquinas se transforma en el repiqueteo más agradable. Las casetas, a rebosar; el pasillo central, lleno. Los propios ciudadanos fueron testigos de las ganas que había de disfrutar de la feria. Desde los encuentros taurinos que atrajeron a los más fieles amantes al arte en la plaza de toros de la capital, a los conciertos musicales y actos culturales que se dispersaron en la ciudad. Una semana que se centró, especialmente, en los más pequeños de la casa. Con el gran desfile que dio el inicio a la Feria de San Lucas, seguido de Diverferia o el Día del Niño, así como los talleres o el circo, que también se lució durante los días festivos, fueron un punto de encuentro para grandes y pequeños, en los que las familias encontraron un lugar donde entretener a sus “peques”, tan emocionados con el ambiente festivo que se vivió.
https://m.youtube.com/watch?v=f3Ahb7ljPCk
Una de las grandes novedades de esta edición, además de un hilo musical conjunto entre feriantes y caseteros para dar sensación de unidad al lugar, fue también ofrecer tres horas de silencio, pensada para las personas con sensibilidad auditiva o trastornos del espectro autista, con el objetivo de que pudieran bajar al recinto ferial y disfrutar, igual que el resto de personas, de los “cacharritos” y de un paseo agradable por las tradicionales casetas.
https://m.youtube.com/watch?v=4AqP3ileQ-w

Una feria, esencia del mar de olivos, que cada año consigue atraer a más gente y ser el lugar donde reencontrar amistades y familias. Así, desde el Ayuntamiento de Jaén se mostraron “satisfechos” con el cierre de la feria, con un balance “más que positivo”, tanto en asistencia como en percepción por parte de los visitantes. El concejal de Cultura, José Manuel Higueras, remarcó el trabajo de los caseteros y feriantes, por su confianza en la Administración local a través de las actividades para recuperar el recinto ferial en una apuesta firme. Del mismo modo, señaló la tarea realizada por los agentes implicados para atraer a los jóvenes a San Lucas con una programación cultural específica dentro de la tradicional de la feria, como demuestran los conciertos de Leiva, Ajax y Prok, la sesión de música electrónica o la presencia de Maka en un San Lucas que “ha sido el germen de la edición de 2020”.
“Ha acompañado el tiempo, los eventos, la gastronomía y la gente se lo ha pasado bien. Estamos satisfechos con esto”, resumió el concejal de Cultura de la capital.
La sensación es generalizada. Uno de los puntos favorables más comentados, desde asistentes hasta feriantes y caseteros, fue la limpieza en el recinto. La suciedad en el paseo central, con los contenedores de basura expuestos y amontonando bolsas, es una de las imágenes que desde el Ayuntamiento se quería evitar a toda costa, y se consiguió. Con la implicación de los presentes y la labor de los equipos de limpieza, pocas fueron las quejas al respecto. Asimismo, la fluidez de los visitantes al recinto ferial desde San Ildefonso también se valoró desde la Administración local. Así, el concejal Higueras destacó que ha hecho que la feria de día “vuelva a ser lo que era, complementaria de la que se celebra en el recinto Alfonso Sánchez Herrera”.
 
Acaba, así, la última feria que se celebra en Andalucía. Pero lo hace con mucha alegría, tanto por los que trabajaron duramente para realizarla, como los que pudieron disfrutarla al otro lado. Ahora solo queda esperar y contar los días para volver a ver a los operarios martilleando más casetas en el recinto ferial de la capital jienense.