Es curioso. Con el cumplir de los años, el día toma relevo a la noche en las fiestas de san Mateo. Sin embargo, nos olvidamos de las nuevas generaciones que vienen por detrás y en las que la noche es la protagonista como ya nos ocurrió a nosotros en nuestra adolescencia. Y os cuento esto porque mis hijos han sido una de las causas que me hizo proponerme un nuevo reto: los fuegos artificiales de san Mateo.
La primera noche, como buen ‘cazatormentas’, no tuve opción… jajajaja… y otro tipo de fuegos disiparon mi mente.


Tras unos días de evasión por las tierras del norte, volví con un reto: hacer alguna foto chula de los fuegos artificiales. Me sirvió el primer día para buscar una ubicación. Quería que las iglesias fuesen protagonistas y, como Mary Poppins por los tejados, entre teja y teja, iba buscando posición porque no sabéis lo que molesta esa luz verde publicitaria de una conocida entidad bancaria cuando uno busca ese objetivo
¡Ah! Y por cierto, ¿ya no se ilumina la Redonda? Tercera sorpresa: las luces de San Bartolomé se apagan a los cinco minutos de empezar los fuegos! Así no hay quien calcule tiempos de exposición.
En fin, está claro que al final tiene que ser una foto de larga exposición para que se vean iluminadas las iglesias con el handicap que tiene que el exceso de luz quema la imagen. Así que en equilibrio inestable, entre teja y teja, calculaba el tiempo entre que salía el cohete y explotaba, observaba cuántos salían, de qué colores eran… y entre unos y otros iba captando imágenes.
Al final, y de lo que he tenido tiempo de ver, os he hecho una selección, con la buena suerte de que el campeón fue Pirotecnia Tomás, ganadora del último día, día que era el que más experiencia tenía….
Pirotecnia Zaragozana

Pirotecnia Tomás de Castellón
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Espero que os gusten. ¡Hasta el año que viene