Se calcula que unas 6000 personas viven en España de feria en feria, montando atracciones y puestos. Sigue siendo un sector muy endogámico, con familias que se reparten las atracciones e hijos que siguen la tradición porque tal y como cuentan, la vida de feriante es dura pero engancha.
Ahora las condiciones han cambiado y mejorado considerablemente, duermen en caravanas acondicionadas y modernas pero, no siempre los ayuntamientos cuidan el entorno donde permiten que se instalen a pernoctar.

Las atracciones más grandes y vistosas arrasan entre los más jóvenes, pero otras clásicas, como el tren de la bruja, la noria o los coches de choque siguen funcionando con éxito