Cual es el fallo que causa la mitad de las averías de los coches en carretera
Conoce cual es el fallo que causa la mitad de las averías de los coches en carretera.
Existe un elemento del automóvil provoca el 53% de las peticiones de asistencia a las aseguradoras.
Los desplazamientos aumentan durantes estos días de inicio y fin de vacaciones y con ellos los servicios de asistencia en carretera se disparan, ya sea por accidente o avería. El 45% de las asistencias por accidente se concentra entre junio y septiembre, y en la época estival se demanda también el 35% de las asistencias en carretera como consecuencia de una avería en el vehículo.
Más de la mitad (53%) de los partes que los clientes dan a su aseguradora de automóviles en este periodo son por averías relacionadas con la batería del coche (que está descargada o hay que cambiarla). Estos datos son extraídos de la propia cartera de la aseguradora MAPFRE, que cuenta con cerca de 6.000.000 de vehículos asegurados en España.
Del total de las averías que se producen durante este periodo, el 26% son causadas por percances en el motor o fallos en la instalación eléctrica del vehículo (8,4%). Las averías en los sistemas de transmisión y de alimentación suponen el 3,8% y el 2,9%, respectivamente, del total de los siniestros, y los pinchazos y reventones o robos representan solo el 2,3% del total de llamadas al seguro.
Llegó la Operación Salida de las vacaciones de agosto y toca preparar el viaje
Conviene hacerlo con el motor frío y en terreno llano y horizontal. Si está por debajo del mínimo, no se debe comenzar el viaje, sino añadir aceite y acudir a un taller para localizar la causa de la pérdida. Además, es conveniente sustituir periódicamente el aceite según indique el fabricante:
-Mineral: 5.000 – 7.500 km
-Semisintético: 8.000 – 12.000 km
-Sintético: 20.000 – 30.000 km
Si es necesario reponerlo, el motor debe estar completamente frío y bajo ningún concepto añadiremos agua del grifo, sino líquido refrigerante, que habrá que sustituir cada 2 o 3 años.
Particularmente las luces de cruce, que deben estar lo más altas posible, pero sin deslumbrar al resto de los usuarios. Conviene recordar que, de noche, se debe circular a una velocidad que permita detenerse dentro de la zona iluminada. Existen lámparas halógenas que mejoran la visibilidad con respecto a las luces estándar.
Salvo causa de fuerza mayor, no hay que abrir el depósito para proceder a esta comprobación, pues cada vez que se hace el líquido absorbe humedad y pierde cualidades. Si se advierte que el nivel está por debajo del mínimo, lo indicado es llamar o avisar a una grúa y acudir a un taller. El líquido de frenos debe sustituirse también cada 2 o 3 años.
Si está sucio, no permite una aspiración correcta del aire de la calle y produce una combustión incompleta o deficiente. Esto se traduce en menos potencia, más humo negro, más contaminación y problemas con el catalizador, la válvula EGR y otros elementos. Conviene sustituirlo cada 10.000-12.000 km, salvo que se circule por ciudades con mucha polución o caminos de tierra, en cuyo caso es preferible hacerlo antes.
Hay que hacerla en frío, cada 15 o 30 días. Un neumático bajo de presión se sobrecalienta y puede llegar a reventar. Hay que comprobar también que los surcos de la banda de rodadura tengan, como mínimo, 1,6 mm de profundidad. De lo contrario, el agarre será más débil y el aquaplaning (que propiciarán los aguaceros estivales) aparecerá antes. No conviene olvidar que un 60% de los accidentes que se producen por un fallo mecánico se deben al desgaste de los neumáticos.
Se recomienda también revisar, entre otros, los elementos de seguridad pasiva, como el cinturón de seguridad, el sistema de retención infantil o el airbag.