Los alrededor de 40 propietarios que tienen viviendas en el edificio Arco Iris de Alcaucín, situado en el Puente de Don Manuel, han visto en estos días como, tras un paréntesis de un año, han vuelto a colocarles en la misma puerta de sus viviendas una pista de coches de choque con motivo de las fiestas locales. Los vecinos se quejan de las molestias por el ruido y las luces, además de la «gran inseguridad» que provoca esta «trampa mortal», tal y como la definió ayer Isidoro Urrestarazu, portavoz de los residentes de un bloque que lleva 13 años sin poder contar con los contadores de la luz, disponiendo de una conexión provisional de fluido de obra con Endesa.
«Hace dos años pusimos unos bolardos en esta zona porque comprobamos que era privada, ya que es parte del edificio, y por eso pagamos nuestro IBI», argumentó este vecino de Alcaucín, quien se quejó de que el anterior alcalde, el belga Mario Blancke (Cs), ordenase retirar estos elementos de seguridad hace unos meses «con la excusa de que impedían el paso de los vehículos», se quejó Urrestarazu.
Por estos hechos los vecinos han interpuesto una demanda contenciosa, de manera que el juzgado ha fijado el juicio para marzo de 2021. Mientras llega esa fecha, los residentes han registrado un escrito en el Consistorio para exigir copia de los informes de seguridad preceptivos para poder instalar allí una atracción de feria.
Por su parte, la alcaldesa, Ágata Gonzalez (PSOE), respondió que estos terrenos son un vial público, y que la instalación de la atracción cuenta con todos los informes técnicos favorables. Respecto a la situación del edificio, sin contadores de luz en las viviendas, la nueva regidora explicó que siguen trabajando en la modificación del PGOU para su legalización.