Vecinos alertan del «peligro» de la ubicación de las barracas en los ‘Sanantonios’ de Etxebarri
Vecinos alertan del «peligro» de la ubicación de las barracas en los ‘Sanantonios’ de Etxebarri
El Ayuntamiento ha solicitado un «refuerzo» de la Ertzaintza ante el aumento de afluencia de personas y tras la reyerta del pasado sábado.
En la zona se estaba celebrando un concurso de pucheras y había un gran número de participantes. Al parecer uno de ellos tiró una «colilla» al suelo con tal mal suerte que encendió el hinchable, afirmaron las mismas fuentes. Al lugar se desplazó una patrulla de la Policía Local que logró apagar el conato de fuego antes de que llegasen los Bomberos. Aún así, para algunos residentes el suceso ha abierto el debate sobre la idoneidad de que las barracas se sitúen más alejadas del recinto festivo.
Tres barracas
Desde el Ejecutivo local, el alcalde, Loren Oliva, aseguró que «la queja viene de unos vecinos muy concretos». Apuntó que «no se registró ningún problema de accesibilidad porque los Bomberos pudieron acceder sin ningún tipo de problema». «Únicamente existen tres barracas y algunos puestos por lo que se puede entrar desde cualquier punto». «Los feriantes tienen que cumplir una serie de requisitos y certificados», añadió. Y puntualizó que el «ingeniero que certifica la instalación dio el visto a su reapertura».
Oliva recordó además que se consensua con los «residentes» el lugar en el que se ubican. «Cada año intentamos instalarlas más lejos de las casas, pero hay poco espacio», argumentó. «Se han planteado otras alternativas, pero implica alejarlas demasiado y los feriantes han declinado el traslado», añadió.
De cara a la celebración del próximo fin de semana y después de que el pasado domingo de madrugada se produjese un herido por arma blanca, Oliva anunció que se ha solicitado «refuerzo» a la comisaría de la Ertzaintza de Basauri, que es la que presta servicio en el municipio. Durante estos días han estado en funcionamiento dos patrullas de la Policía Local y han vigilado el municipio también efectivos de la Ertzaintza. Los mandatarios son conscientes de que estos festejos han dejado de ser «de barrio» con la mejora de la movilidad y, sobre todo, con la puesta en funcionamiento del ascensor del metro. «Cada vez viene más gente», apuntó el primer edil.