CADIZ. Condenado a seis años de prisión un feriante por abusar sexualmente de dos menores
La Audiencia de Cádiz ha condenado a un hombre a seis años de prisión por abusar sexualmente y de forma continuada de dos menores de edad durante los días previos a la celebración de una feria en el verano de 2015.
El pederasta, de 57 años a la fecha de los hechos, admitió haber abusado de los niños antes de la celebración del juicio en el Palacio de Justicia gaditano, de ahí que el tribunal de la Sección Primera dictase una sentencia de conformidad y, por lo tanto, firme.
La resolución judicial recoge como hechos probados que el 8 de julio de 2015, sobre las 10 de la mañana, dos primos de 15 y 16 años respectivamente, se encontraban paseando por el recinto ferial de una localidad gaditana cuando fueron abordados por el pedófilo, quien les ofreció la cantidad de 100 euros y un teléfono móvil si lo ayudaban durante el montaje de una atracción, a lo que estos accedieron, comenzando a trabajar ese mismo día después de comer.
Al día siguiente, el 9 de julio, el feriante, movido por la finalidad de atentar contra la libertad sexual de los menores, los invitó a entrar en su autocaravana; allí se sentó entre los dos y sin su consentimiento comenzó a toquetearlos por encima de la ropa, primero disimuladamente en los muslos para terminar en la zona genital. Les refirió que “tocarse mutuamente el pene no era malo y que no pasaba nada” mientras se dirigía a ellos diciéndoles “tú eres mi querida y tú eres mi puta”.
Además, el pederasta se introdujo el teléfono móvil de uno de los menores dentro de los calzoncillos y les instó a que lo recuperaran, lo que hizo uno de los chicos. Igualmente, les pidió a los jóvenes que se quedaran a dormir con él, tratando -sin que conste empleo de violencia alguno- de tumbarlos en la cama, lo que no consiguió porque los menores se resistieron y se marcharon.
Como quiera que no les había pagado, apunta la sentencia, los chavales volvieron a ir a la feria para continuar ayudando al ahora condenado, repitiendo éste los actos del día anterior: les solicitó que pasaran la noche con él en la caravana y se dirigió nuevamente a ellos con expresiones tales como “¿os ponéis cachondo conmigo cuando os toco?, ¿cómo queréis que os pague, en carne?“, entre otras.
El pedófilo también preguntaba a sus víctimas sobre si habían tenido relaciones sexuales entre ellos y sobre si se masturbaban. A uno de los menores le dijo que le gustaba más que su primo y que le iba a pagar más dinero, realizándole tocamientos de índole sexual “cada vez que tenía ocasión”.
Pese a lo anterior, los chicos volvieron a la feria el día 11 para terminar el trabajo de montaje, toda vez que el feriante no les había entregado el dinero y el móvil acordados. Ese día, el hombre, movido por el mismo afán de atentar contra la libertad sexual de los menores, le propinó a uno de ellos un pellizco en los testículos, lo que le provocó una contusión. Asimismo, les invitó de nuevo a pasar la noche con él, tratando insistentemente de llevarlos hacia el interior de la autocaravana, si bien no lo consiguió porque llegaron al lugar dos amigos de las víctimas.
Durante todo el día, el feriante se mostró renuente a pagarles a los chicos lo prometido, lo que motivó que en un momento determinado uno de los menores,preso de un ataque de ansiedad que se prolongó durante siete días, se marchara llorando y le contase lo sucedido a sus padres, que avisaron a la Policía y denunciaron los hechos.
En concepto de responsabilidad civil, el procesado debe indemnizar a las víctimas en 2.070 y 2.245 euros, respectivamente, por los daños ocasionados.