El colectivo prevé pérdidas de hasta un 30% y dicen sentirse “engañados” y “defraudados” con el Ayuntamiento de Jaén

El balance que la Asociación de Caseteros La Fiesta hace de la recién acabada Feria de San Lucas no se parece en nada al realizado por el alcalde, Javier Márquez, este domingo. Su visión del desarrollo de la celebración es completamente diferente y en negativo. Hablan del peor San Lucas de los últimos tiempos, con unas pérdidas que, según las primeras estimaciones, pueden llegar al 30% en algunos casos. “Si el pasado año ya perdimos en torno a un 23%, este año superaremos ese porcentaje con toda seguridad”, advierte el presidente del colectivo, Alberto Palomo, para quien la feria de 2018 deja un “mal sabor de boca”.
Y es que no solo, a su juicio, ha habido menos gente en el recinto ferial, sino que, además, “se ha perdido el mediodía, salvo los días grandes, y, los fines de semana, los jóvenes del botellón, cuando llegan a las casetas, no consumen”, señala. Alberto Palomo dice que los números siguen sin cuadrar y considera que San Lucas ha dejado de ser rentable para los hosteleros con el actual modelo. “Con la feria de día en el centro y ahora también en el Bulevar, este modelo no vale. Si continuamos de esta manera, al recinto ferial no le quedan más de cuatro años”, alerta.

Por eso, cree que ha llegado el momento de realizar una reflexión profunda para ver qué feria quiere el Ayuntamiento. De lo contrario, tiene claro el número de casetas seguirá descendiendo en próximas ediciones. “Muchos empresarios se marchan decepcionados, sin ganas de volver y con importantes pérdidas económicas”, insiste.
El malestar entre los caseteros es palpable. Sus caras en el desmontaje de los recintos atoldados y de las atracciones no eran precisamente de felicidad. “No puedes estar contento cuando se promociona más el centro o el Bulevar que el propio recinto ferial, donde muchos se juegan el dinero y a cambio no reciben prácticamente nada”, lamenta el responsable de la asociación.
San Lucas arrancó torcido para los empresarios. El día 12 protagonizaron una concentración para expresar su malestar con el Ayuntamiento que lejos de amainar ha ido en aumento. Se sienten “engañados” y “defraudados” con la Administración municipal, a la que volverán a exponer sus quejas, ya que “no ha cumplido las expectativas”. Y lo harán antes de pagar las tasas del próximo año. Lo que quieren realmente es que la feria recupere su esencia jiennense y el ferial vuelva a lucir como merece, sin calles sin casetas y ausencia de actividades que sean atractivas para el público, sobre todo, local. En esta edición han sido finalmente 45 las casetas instaladas frente a las 70 de 2017 y las 76 de 2016
 
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