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JAÉN. La camaleónica Feria de San Lucas

Un grupo de amigas disfruta del jueves de feria en las fiestas de 2017./L. VELASCO

El evento por excelencia de la capital ha visto aumentar y disminuir su presupuesto, sus conciertos, sus corridas de toros y hasta su duración

Es la última feria andaluza del año y generalmente está asociada a la lluvia, aunque en los últimos años las nubes han dado más respiros que castigos. Es Pilycrim, ‘cacharritos’ y bailes hasta el amanecer. Es, en otras palabras, la Feria de San Lucas.
Aunque oficialmente quedan seis días para su comienzo, la preferia adelantará la fiesta al próximo viernes, 12 de octubre. Ese día casetas y atracciones cogerán ritmo de cara a los nueve días que dura este año. Nueve días duró también la de 2017, pero si nos remontamos a 2016 encontramos una edición con nada más y nada menos que once días. Antes, la mayoría de años fueron nueve los días establecidos, y tenemos que remontarnos a 2012 para encontrar una edición con diez jornadas.

El vaivén de la duración puede extrapolarse también al presupuesto de las fiestas, que ha engordado y adelgazado de forma irregular en las últimas décadas. Atrás quedaron los años de bonanza en la capital, con presupuestos como el de 2009, de 788.000 euros. El batacazo vino al año siguiente, cuando el Ayuntamiento comenzó a ajustarse el cinturón y redujo a la mitad la inversión. Ahí llegaron las ediciones más austeras: en 2013 se invirtieron 66.495 euros; en 2014, 74.000; y en 2015, 80.000. Desde entonces, todos los años ha aumentado el dinero destinado a San Lucas, en mayor o menor medida. En 2016 pasó a ser de 100.937 euros; en 2017, de 105.000 euros; y en la feria que comenzará en unos días asciende a 121.333 euros, un 13% más que el pasado año.

Ubicación cambiante

Y aunque muchos no han conocido otra Vestida, lo cierto es que la ubicación de la feria ha sufrido distintas modificaciones. Allá por el año 1851, el ferial se instalaba en el Ejido de Belén. Desde los 50 hasta principios de los 90 se estableció por la Carretera Granada, la Avenida de las Cruces y el Portillo de San Jerónimo. En los años 90 la feria se enfrentó a su peor ubicación, situándose en terrenos mal acondicionados y barrizales, contiguos a la estación de Renfe. Muchos aún recuerdan aquel concierto de Héroes del Silencio, donde el espectáculo se vio afectado por las incidencias del tiempo.
Finalmente, el ferial se trasladó al recinto de La Vestida, formado por un sistema de plataformas -donde se encontraban las casetas- comunicadas por un paseo. Al final de este paseo se situaba la caseta municipal y en el fondo, una gran explanada con la atracciones de feria.
En 2009 Jaén estrena nuevo recinto ferial, el actual, con una superficie de más de 160.000 metros cuadrados, frente a los 100.000 que tenía con la anterior configuración. Así, las casetas pasan a quedar instaladas en un mismo nivel y no en diferentes plataformas como ocurría antes. Al concentrarse las casetas en un mismo nivel, abandonaron el antiguo terreno de albero que solían causar problemas de charcos y barro al caer lluvia.
También se amplió el número de casetas a albergar, de 80 a 96 y estas pasaron a contar con un espacio de 150 metros cuadrados frente a los 120 que tenían anteriormente. A ello se le suma que todas tienen aseos propios, un total de 200, con la ampliación además de los módulos de aseos instalados en las zonas comunes: de 6 se pasó a 10 módulos. El recinto cuenta, como gran punto de encuentro, con una nueva caseta municipal de dos mil metros cuadrados. Asimismo, se instalaron mejores equipamientos como una nueva iluminación, con bombillas que consumen tres veces menos y que aportan más luminosidad, y la renovación de la red de saneamiento, abastecimiento e hidrantes.
En cuanto a las casetas, este año habrá instaladas 71, teniendo en cuenta que algunos propietarios utilizan más de una para su negocio. En 2017 fueron 67 las disponibles, y en 2016, 76. Además, en esta edición el Ayuntamiento de Jaén ha adjudicado, por segundo año consecutivo, la caseta sin alcohol para la Caseta Municipal de la Juventud.

Conciertos

Si hay un aspecto en el que la feria ha cambiado notablemente -a menos, por desgracia- es el de los conciertos. Aunque a los más millennials les suene a chino, hubo una época gloriosa en Jaén en cuanto a la visita de caras conocidas. El Auditorio de la Alameda, la caseta municipal e incluso la plaza de toros acogieron actuaciones memorables, como la de Rocío Jurado en 1997. ‘La más grande’ congregó a unas 2.500 personas en la capital, una afluencia más que destacable en un año que marcó el final de una crisis y el inicio de la ‘década dorada’.
Así, en 2003 visitaron la capital El canto del loco y La oreja de Van Gogh, las bandas del momento. En 2006, Estopa ofreció un concierto pagado, pero también se ofrecieron gratuitamente los espectáculos de Coti, Kiko y Sara, Celtas Cortos, El Koala o la Década Prodigiosa. Gratis también fueron los conciertos de 2008 de El Arrebato, Tequila, Los Delincuentes y Merche.
La crisis estaba asomando, pero aún no se palpaba en las actividades culturales: en 2009 vinieron por San Lucas Nena Daconte, La Quinta Estación, Fondo Flamenco, Nacho García Vega, Tamara o Nuria Fergó. Los peores años musicalmente hablando estaban por llegar. Atrás quedaron esas ediciones con al menos tres o cuatro grupos conocidos, y pasaban a ser, como mucho, uno o dos. Así, en 2012 la estrella de San Lucas fue Niña Pastori; en 2016, Carlos Baute y 091; y el pasado 2017, Apache y Tequila. Para este año, aparte de las actuaciones programadas en la caseta municipal, no habrá conciertos.

Toros

Otro de los ámbitos donde más se ha notado la crisis ha sido el taurino. De hasta siete corridas de toros hace dos décadas a solo una este año. Así, en 1999 se ofrecieron siete espectáculos, y por aquí pasaron Juan Antonio Ruiz Espartaco, Manuel Díaz El Cordobés, Julián López El Juli, Diego Puerta o Curro Romero. En el año 2000, cinco espectáculos, con la presencia de Juan José Padilla, David Fandila ‘El Fandi’ o Enrique Ponce. Un lustro después, en 2005, las corridas de toros fueron cuatro, y por la capital jienense pasaron José Carlos Venegas,Juan José Padilla, Jesulín de Ubrique o Rivera Ordóñez. La crisis se acercaba, pero aún no se dejaba notar, al igual que ocurrió en los conciertos. Hasta cuatro espectáculos se ofrecieron en 2008, y en el cartel figuraban nombres como los de El Juli, El Cid, Castella, ‘El Fandi’, Talavante, y el entonces novedoso Daniel Luque.
Los números comenzaban a bajar, y atrás quedaba aquel deslumbrante 1999. En 2011 hubo tres corridas de toros, con la visita de Alberto Lamelas, José Carlos Venegas, Enrique Ponce, David Fandila ‘El Fandi’ y Cayetano.
En los últimos años no ha habido más de dos espectáculos. En 2015 hubo dos, con José Carlos Venegas, Adrián de Torres, David Fandila ‘El Fandi’ o Alberto López Simón. En 2016, una: David Mora, Jiménez Fortes y Daniel Luque fueron las estrellas invitadas. Llegamos al pasado 2017, cuando fueron dos las corridas de toros: en el cartel figuraban Curro Díaz, Alejandro Talavante, Andrés Roca Rey, Diego Ventura o David Fandila ‘El Fandi’. Por último, este año repetirán Diego Ventura y ‘El Fandi’ en la única corrida de toros que se vivirá en San Lucas, a los que se sumará Enrique Ponce para completar el cartel del próximo 20 de octubre.
Se podrían hacer un sinfín de comparaciones entre las distintas ediciones de la feria. Si nos centramos en la programación, este año habrá unas 50 actividades, un número muy similar al de 2017. Con algunas novedades y algunas desapariciones, muchos de los actos se repiten desde varios años atrás, como es el caso de los teatros infantiles, la zarzuela, Diverferia, las actuaciones de la Banda municipal de música o los espectáculos de danza en la calle. Además, este año también habrá dos días del niño, una tradición que llegó hace unos años para quedarse. Será el 16 de octubre y el 21, con las atracciones a dos euros.
Y si hay algo que preocupa cada San Lucas a jienenses y visitantes es el tiempo. Aún es pronto para saber con certeza si las nubes descargarán o no su furia -aunque por muy acertadas que pretendan ser las previsiones son habituales los fallos-, pero cabe destacar que en los últimos años la Feria de Jaén no ha sido precisamente un evento lluvioso. El cielo ha dado un respiro bastantes días, y en 2017, por ejemplo, la única jornada que realmente estuvo pasada por agua fue la de San Lucas, el 18 de octubre. Habrá que esperar unos días más para saber si reinará en La Vestida la manga corta o, por el contrario, será el paraguas la estrella de la feria